Pregunta: El reconocimiento de la ruptura, de la completa contrariedad de nuestros atributos, es simplemente un desastre después del cual no vemos como podemos avanzar. ¿Qué podemos hacer al respecto?
Respuesta: Si la persona descubre tal ruptura, ya comienza con su corrección, porque entonces entiende que su avance solamente es posible en «fe por encima de la razón». Es como querer ascender al nivel humano mientras comenzamos en un nivel bestial. Es como tratar de hacer de una vaca, de un gato o aun de un mono, un humano. Tú entiendes que esto es imposible. Aquí se necesita algo que nunca pasara.
Ahora estas descubriendo que nunca serás capaz ¡de ser humano! Después de todo, tu estado es tal que el Creador siempre estará superándote porque eres una bestia, un ángel.
Serás capaz de ascender y convertirte en humano, solo si la Luz superior viene y ejecuta un milagro en ti. Es por esto que es llamado el «milagro del éxodo de Egipto», «el milagro del cruce del Mar Rojo». Todo pasa milagrosamente, esto es, no tiene nada que ver con el nivel y el estado en que te encuentras. Una fuerza forma un nivel superior que viene y ejecuta este milagro.
Los científicos no saben cómo evoluciono el nivel vegetativo de la materia inanimada. Intenta traer una roca a la vida, veamos qué pasa. ¿Cómo evoluciona el nivel animado a partir del vegetativo? Algo como esto es simplemente imposible en la naturaleza con sus niveles separados con exactitud: Uno es el nivel vegetativo, y el otro es animado. Entre el nivel vegetativo y el animado hay una forma intermedia llamada «perro del campo», y entre el animado y el vegetativo existen los corales. Entre el animado y el hombre existe el mono que no pertenece a ningún nivel.
Nosotros no entendemos qué simboliza la forma del mono en la espiritualidad. Ser un mono significa ejecutar acciones por las cuales estas tratando de parecerte a un humano. La Luz superior te influencia y te transforma del nivel del animado a este del hablante.
El término «mono» indica que mi deseo es parecerme al humano, a Adam, es decir parecerme al Creador.
(72234 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 8 de Marzo del 2012, TES)