De un momento al siguiente

Dr.laitmanEl nivel más elevado que alcanza la persona es llamado Moisés, y sólo a partir de este nivel comienza a entender cómo conectar dentro de ella todos los deseos, con el fin de trabajar por el amor y otorgamiento hacia otros, y a través de eso, hacia el Creador. Esto significa que sólo el nivel de Moisés puede alcanzar este estado del alma cuando se aclara cómo debe estabilizarlo, conectarlo, y reunirlo.

Reunir todas las partes del alma requiere de una penetración especial en los sentidos, en los atributos del material egoísta que lleva al entendimiento de cómo puede presentarse y conectarse de manera que funcione como el atributo altruista de la Luz. Este es el trabajo de Bezalel.

Moisés es el alcance del Creador, mientras que Bezalel es la realización de la forma y la imagen del Creador dentro del deseo egoísta. Bezalel es en la práctica, pero en la práctica con un corazón sabio. Existe la sabiduría de la mente, alcance, el cual es Moisés y existe la sabiduría y el trabajo del corazón el cual es Bezalel (que significa a la sombra del Creador en hebreo).

Moisés crea una sombra del Creador y Bezalel alcanza esta sombra y esculpe el ego a partir de ella, y a partir del ego, la semejanza con el Creador. Es como proyectar una imagen en un muro y después trazarla. Pero todo el trabajo se hace dentro de la persona.

Al mismo tiempo nosotros no creamos nada nuevo, sino que simplemente tomamos nuestro ego y lo esculpimos en diferentes formas como arcilla, poniendo el foco de la importancia en ciertas formas en vez de otras. Si en el pasado me usé para mi propio beneficio, si abusé o robé, ahora hago lo opuesto, me uso para el bien de ustedes.

Hay un cambio de variables mediante el cual todo cambia y va desde lo que hago en beneficio propio a lo que hago en beneficio de ustedes. El que va a la cabeza, el que es más importante, es quien determina toda la diferencia entre los mundos.

Pregunta: ¿Si me aferro a Moisés dentro de mí, nunca lo abandonaré?

Respuesta: Esto no puede ser, porque los deseos y los atributos que hay en ustedes cambian. Esto significa que tienen que aferrarse cada segundo a Moisés. Cada momento es diferente del que sigue en el hecho de que el deseo cambia y cada vez tienen que aferrarse a él una vez más.

Lo mismo sucede en nuestro mundo, pero simplemente no le prestamos atención a ello. En la espiritualidad todo el trabajo se hace de un momento al siguiente, de un ascenso a un descenso.
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Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 11/13/13

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