Dejando las Neurosis

Pregunta: Algunos psicólogos creen que hay cinco neurosis principales del siglo XXI. Identifican esto como la epidemia del narcisismo, en la que el pronombre “Yo”, se utiliza con más frecuencia que el “Nosotros”. El éxito personal está puesto por encima de la preocupación por los demás. ¿Es esto una neurosis? 

Respuesta: Esto es amor propio. Existe en cada persona. 

¿Cómo se ama una persona a sí misma? Miro al otro y no me gusta. Me veo a mí mismo, ¡tengo absolutamente lo mismo! Pero lo mío es mejor que lo del otro. ¿Por qué? Porque es mío. Es todo. No hay nada más. Como en la broma, “Pero lo mío sigue siendo mejor”. 

Pregunta: Los psicólogos consideran esto una neurosis. ¿Se debería hacer algo al respecto o habría que transformar el “Yo” en  “Nosotros”? 

Respuesta: La Cabalá no aconseja hacerlo en la forma de los psicólogos, los neurólogos, etc. La Cabalá dice que esto se nos tiene que explicar como un proceso de maduración en la persona. 

Este proceso no suprime mi “Yo”, esta función ni otras que de todas formas seguirán saliendo. ¡Saldrán por cualquier otro lado! Es como un tumor o algo así. No quieres que crezca, pero aparece en otro lugar e incluso, se pone peor. Por lo tanto, esta no es la forma de manejarlo. 

¡De ninguna forma debes obligar a nadie! Gentilmente enseña a la persona a ver su marcado “Yo” no como una cualidad positiva, sino como algo negativo; y la persona gradualmente se sanará. 

Lo más importante es que no se ejerza presión sobre ella. Ya se da cuenta y todo eso es estresante. Al empujarla, la puedes quebrar. 

En esos casos, ¿Qué se debe hacer? Si eres grande, grandioso, fuerte, inteligente, dedícate al deporte. Aplícate entonces en una sociedad donde puedas destacar y ser aceptado convenientemente. Así es el deporte. Ahí, te pondrán en tu lugar. Especialmente si es un deporte de grupo, es muy bueno. 

Pregunta: Otra neurosis se llama “Miedo de perder algo”. Se trata de “Yo podía haber estado en algún otro lugar, ser alguien más, vivir mejor, tener más éxito.” ¿Qué hacer al respecto? 

Respuesta: ¡Ni empezar!

Pregunta: Pero me carcome. Yo mismo lo sé. Es como un gusano sentado ahí y te corroe: ¿Qué hubiera hecho usted? ¿Cuándo podría haber…? etc. ¿Cómo puede una persona pelear con eso o trabajar con ello? 

Respuesta: Yo creo que, primeramente, todo tiene su propio destino. Por lo tanto, todas las cosas que pasaron, que serán, dejemos que todas lleguen.  

Pregunta: ¿Puedo hacer algo al respecto?

Respuesta: ¡No debes! La persona debe vivir en el estado en el que en cada momento se le pueda decir: “Acuéstate y muere”.  Así, me recuesto y muero. ¿Y qué? 

Pregunta: Si solo fuera posible dejarse ir así. ¿Realmente puedo hacerlo así?  

Mi Respuesta: ¡Absolutamente!

Pregunta: ¿Es así como debe ser? ¿Nunca mirar hacia atrás? 

Respuesta: No controles tu vida o el mundo; y en general, a nadie ni nada. Sólo fluye con eso. Si te detienen, te detienen. 

Pregunta: Entonces, ¿Así deja de ser una neurosis?  Instantáneamente me calmo. 

Respuesta: Seguro. He vivido y no he hecho nada. Espero que haya hecho algo bueno en la vida y estoy agradecido por eso. 

Pregunta: Los psicólogos dicen: La neurosis del miedo a mejores opciones o el problema de la elección ideal, es cuando estás frente a tres caminos y cada uno parece llevarte al lugar ideal, a tu sueño y la persona, está atada a los pensamientos: ¿Cómo puedo tomar una elección? ¿Qué elijo? ¿Cómo elijo a dónde ir? 

Respuesta: En cualquier caso, no creo que sea una elección, en absoluto.  

Pregunta: Una elección entre tres opciones. Se cree que “de alguna forma, una es mejor que la otra o que esta, es aún mejor”.  Luego los pensamientos manejan: “No, es esta mejor y, esta..” y así te quedas parado y agonizas. ¿Cómo debe uno actuar en esos casos? ¿Echar la suerte?  

Respuesta: En general, sí. Y la Torá dice así «Sorteo”  – “Suerte.”

Pregunta: Si tiene que hacer una elección, ¿En qué sustentaría su elección? 

Respuesta: En separarse de mí mismo y sólo entonces, tomará la correcta elección. Sólo así será correcta esta elección.  

Pregunta: Entonces, ¿Me tengo que detener frente a estos tres caminos, antes de hacer esta elección e intentar separarme de mi mismo?, ¿para que no controle mi “Yo”? 

Respuesta: Por supuesto. 

Pregunta: ¿Cómo se hace? 

Respuesta: Separándose. 

Pregunta: ¿De modo que aquí no se quiere escuchar la voz interna? 

Respuesta: No. No puedes confiar en nada aquí. 

Pregunta: ¿Qué hay de los ejemplos? Digamos que los otros nos dicen: “Mira, llegué ahí. Ya soy un científico, un PhD. Ya estoy listo para un premio Nóbel. Sigue este camino.” Mientras que los otros dicen: “Pero, ya soy una persona de negocios”. Hay mucho ruido alrededor. ¿No debería escuchar a este entorno? 

Respuesta: En realidad, es mejor no elegir nada. Como dicen, debes confiar en la voluntad de Dios. No hagas nada y solo siéntate y espera. Como está dicho: “Mejor sentado y no hacer nada”, y luego Dios te llevará al camino.

Pregunta: ¿Puedo abandonarme en Él? 

Respuesta: No, tienes que trabajar y hacer todo lo que puedas. Aunque esas decisiones fatales del destino, siempre son difíciles de tomar. 

Solían pedirme consejo frecuentemente sobre qué profesión elegir, cuál universidad o cualquier otra cosa más; y usualmente no daba consejo. La persona tiene que averiguar a dónde le lleva su alma o su mano. 

Pregunta: Personalmente, yo todavía quiero seguir sus pasos y aprender más de usted. ¿Cómo se toma una decisión? ¿Cómo se elige?  

Respuesta: Siempre elijo para el máximo beneficio de la sociedad, porque sé, por seguro, que es lo que el Creador quiere.  

No sé si estoy bien o mal. Usualmente no sé si estoy bien o mal. 

Pregunta: ¿Tal vez, normalmente estamos equivocados? 

Respuesta: No importa. Nunca saber qué sería lo alternativo. Así, intento no pensar: ¿En qué radica el mayor beneficio para el Creador? ¿Qué quiere el Creador que yo haga? Y esto, como regla, es lo que es mejor para la sociedad, para las personas. 

Pregunta: Lo que sigue, es la necesidad de adaptarse. Una situación muy común actualmente, es que la persona apenas termina de estudiar una profesión y ya está siendo reemplazada por las computadoras o la inteligencia artificial. ¡Estuvo estudiando esto e invirtió cinco años! Ahora, no sabe qué hacer. 

¿Qué se debería hacer en esos casos? Hoy esto pasa todo el tiempo. ¡Profesiones innecesarias! Mientras que los colegios y las universidades siguen. Se te enseña, pero cuando te gradúas, nadie necesita ya esta profesión. 

Respuesta: La persona aún tiene que entender, que todo el contenido que ha acumulado no es en vano. La sociedad todavía necesita personas con formación. Aunque no puedan aplicarse en la especialidad que soñaban trabajar o desarrollarse, estas personas con educación superior, son personas serias, siguen siendo valiosas. Quiere decir mucho. 

Pregunta: ¿O sea, aún cuando la persona haya estudiado algo al azar, que nunca vaya a ser útil, por ejemplo, como matemáticas superiores?

Respuesta: No importa. Tenía que seguir aprendiendo algo y absorbiendo información. También hizo exámenes, tomó parte en el proceso educativo. Posee diferente información y tiene un llenado diferente en su mente y en su corazón.  

Pregunta: Entonces, ¿Quiere decir que no hay profesiones equivocadas? 

Respuesta: Cualquier profesión le da forma a la persona y le lleva finalmente a ser un elemento que conviene a la sociedad. 

Pregunta: Y, ¿Es posible que uno se reconstruya más tarde hacia algo diferente? 

Respuesta: Por supuesto, ya está acostumbrado a aprender, escuchar, oír, leer y escribir. Ha desarrollado una necesidad de eso. La mano alcanza la pluma y el papel. No es como los vagos que se sientan en un bar, sin saber qué hacer con ellos mismos y sólo rascan la guitarra. 

Pregunta: Entonces, ¿Resulta que no todo es neurosis? 

Respuesta: No todas estas son neurosis. Todo requiere una revisión formal, un entendimiento por parte de la sociedad y adaptación. 

Pregunta: Es decir, ¿Si me dirijo a la sociedad y no hacia mí mismo, entonces todo esto deja de ser una neurosis? 

Respuesta: Si. Instantáneamente eliminas muchos de los problemas de la sociedad, enfermedades, etc. 

 

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