Deseos y pasiones de dos palabras

Zohar para todos, Lej Leja, articulo 96: Lo más oculto se le da a los sabios de corazón. Tres grados se aferran uno a otro: Nefesh, Ruach, Neshama.

Nefesh, Ruach, Neshama son los tres grados de logro del mundo superior, los tres grados de logro del Creador, acercamiento al Creador y semejanza con Él.

Cuando una persona se llena con la luz del primer grado, el grado de Nefesh, se siente similar al Creador en el estado de pequeñez.

Nefesh se considera la fuerza a partir de la cual se construye el cuerpo.  Cuando el hombre despierta en este mundo para aparearse con la Nukva, todos los órganos se ponen de acuerdo y se erigen para disfrutarla y el alma y el deseo del hombre entran fácilmente en ese acto, atraen el alma y la impregnan con el semen que dejan salir.

“Semen” significa la inclinación espiritual que nos fue dada, con la que comenzamos a desarrollarnos. No tiene nada que ver con el erotismo. No hay erotismo en el mundo espiritual. Hay deseo y pasión de otorgar, pero sin recepción.

Se les llama con los mismos términos que los deseos y pasiones animales en nuestro mundo porque hay una huella en el cuerpo animal, como copia de las cualidades y acciones espirituales. Naturalmente, en el mundo superior no hay conexión con lo que sucede en nuestro cuerpo. En nuestro mundo hay sólo un instinto que promueve la reproducción física, más el desarrollo del egoísmo. Nada más que eso.

Comentario: Sin embargo, el instinto humano ganó un carácter muy poderoso. Incluso influye en nuestra cultura.

Mi respuesta: Todo en el hombre es así, «el amor y el hambre gobiernan el mundo».  Por amor nos referimos a la pasión animal.

En la espiritualidad también «el amor y el hambre gobiernan el mundo».  Provienen de la misma fuerza, pero actúan en diferentes direcciones. Al pasar por los mundos espirituales, esta fuerza tiene su propia cualidad y su propio aspecto de manifestación allí. Cuando entra en nuestro mundo, se manifiesta de forma completamente diferente, en atracción animal, saciedad y placer.

Por eso, la persona común y el cabalista comprenden de forma diferente el mismo texto. Por ejemplo, el cabalista que lee el «Cantar de los Cantares» y lo entiende como una gran pasión por el otorgamiento, por el Creador, por la adhesión a Él.

En el nivel espiritual, estas son cualidades completamente diferentes a las del nivel animal. Porque en nuestro mundo sólo hay naturaleza inanimada, vegetal y animal, el nivel de «hombre» no existe aquí. «Hombre» ya es un nivel espiritual en nosotros, la cualidad de otorgamiento.

La gente en nuestro mundo se llama gente o “humanos” según la meta que deben alcanzar, según lo que se les prepara, pero no según el grado en que existen por ahora.
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De Kabtv «El poder de El libro del Zohar» # 18

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