Divorciando al mundo entero

Nosotros somos testigos de un fenómeno completamente nuevo y fascinante: Nuestra sociedad está volviéndose integral. Ya no se trata sólo de los bancos y las industrias que establecen alianzas en todo el mundo, que intercambian materias primas, mercaderías, alimentos, etc. Hoy en día, incluso las culturas del mundo y los sistemas educativos están fusionándose en una mezcla única y universal. Todos estos elementos están interconectados y son interdependientes en todos los sentidos.

No es casualidad que los medios de comunicación modernos hayan hecho posible que nosotros estemos al tanto de todo lo que está sucediendo en el mundo. En sí mismo el conocimiento no necesariamente significa algo, sino que nos hace dependientes uno del otro. Si esta dependencia existe en una familia buena, ajustada, entonces es para el beneficio de todos, ya que da la confianza y placer. Pero si no es una buena dependencia, entonces la familia se desmorona.

El problema es que, sencillamente, no podemos divorciarnos uno al otro, precisamente porque estamos unidos a escala global. Podemos odiarnos y rechazarnos unos a otros, pero al mismo tiempo somos totalmente dependientes el uno del otro. La naturaleza nos ha encarcelado en esta tierra, en esta superficie pequeña, y no tenemos ningún lugar hacia dónde correr el uno del otro.

Con cada día que pasa se hace más fuerte nuestra interdependencia. Cuando las personas o las naciones estuvieron en conflicto en el pasado, lo peor que podían hacer era matarse unos a otros. Hoy, sin embargo, si comenzamos a pelear, nos llevaremos al mundo entero junto con nosotros, ya que las armas modernas a nuestra disposición destruirán todo ser viviente. De ello deducimos que somos completamente dependientes de todos en todos los aspectos, tanto en los buenos como en los malos.

Este es un gran problema, porque nuestro ego siente ningún temor y se niega a comprometerse de manera alguna. El ego crece y se desarrolla, pero nuestra razón no evoluciona con él. A medida que nuestras armas crecen en fuerza destructiva, nosotros permanecemos llenos de envidia, sedientos de poder, crueldad y cosas similares. Este odio mutuo nubla nuestras mentes, y si continúa, podríamos fácilmente terminar destruyéndolo todo.

Vemos que la naturaleza está llevándonos hacia una mayor reciprocidad e interdependencia, de las cuales no podemos escapar, como una familia que no puede divorciarse. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Debemos encontrar una solución. Y la solución es clara e inequívoca: restaurar la paz «en la familia», en nuestra casa, entre todas las naciones y todas las personas. Esto no debe hacerse a través de la agresión, sino de una manera en la que cada uno hace su parte con total integridad.

Al realizar esta única solución, de la cual depende nuestra supervivencia, sin duda veremos exactamente cómo organizar todo en el mundo y en las relaciones entre nosotros con el mundo viviente como una sociedad. Nos daremos cuenta de lo que necesitan todos para complementar a todos los demás. Sabremos cómo educarnos a nosotros mismos, los «niños adultos», y los niños reales, la próxima generación, para que sea más fácil para ellos entrar en un mundo bueno, cálido y amable. Sabremos cómo asegurarnos de que nadie sea capaz de agitar la humanidad contra sí misma en el futuro.

Muchos científicos están hablando acerca del hecho de que el mundo se ha vuelto redondo debido a su interdependencia, que no podemos huir unos de otros, y que, por el contrario, nuestra interdependencia está en constante crecimiento de un momento al siguiente, día a día. Nos advierten de los peligros de adoptar políticas de proteccionismo y aislamiento en un esfuerzo por desconectar una nación de otra.

La razón es que tales intentos se oponen al proceso que estamos experimentando desde el momento en el que nos volvimos humanos para el día de hoy. Al mirar la historia humana, es evidente que cualquier intento de ir en contra de las leyes de la naturaleza, nunca ha tenido éxito, y eso, por decir lo menos.

Este comportamiento es equivalente a saber, pero no observar las leyes de la física, el resultado es que yo inmediato me causo un daño a mí mismo. Toda la tecnología, ciencia y sabiduría que hemos recopilado, significa que nosotros aprendemos a seguir las leyes de la naturaleza. Nosotros actualizamos nuestras herramientas de investigación para descubrir más de las leyes de la naturaleza, con la intención de usarlas para nuestro beneficio.

Cuanto mejor conozcamos las leyes de la naturaleza, en particular las que pertenecen al entorno, a la sociedad, a la humanidad y a la psicología humana y social, más capaces seremos de realizarlas en nuestras relaciones, y por lo tanto más ganaremos. La otra opción es iniciar un «divorcio» y todo lo que este implica, lo cual significa una guerra mundial que podría ser el final de toda la humanidad en la tierra.

(65974 – Del Kab.tv de «Una nueva vida» Episodio 1 del 12/27/11)

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