La Torá, «Éxodo (Tetzavé)«, 29:37: Durante siete días realizarás expiación sobre el altar, y lo santificarás; de ahora en adelante, el altar será un lugar santísimo. Cualquier cosa que toque el altar, será santificada.
Un altar se refiere al deseo general en el que la persona eleva las partes de su deseo egoísta que estaban destinadas a ser corregidas. Hay partes que deben matarse porque no pueden ser corregidas en su estado vivo. Hay partes que tienen que utilizarse como alimento y hay partes que tienen que quemarse.
Hay muchas opciones para corregir el deseo, pero todas ellas se refieren a una sola cosa: Nosotros necesitamos establecer una intención de otorgamiento en la cima de cada deseo y sólo entonces usarlo, ya sea en forma de alimento o como material para quemar. Cuando se quema algo, el olor desagradable que puede elevarse simboliza el cambio de la parte corporal en espiritual, es decir, el ascenso del deseo no corregido y la transformación en el siguiente estado en forma de incienso.
(126286)
Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 8/28/13