El arte de un reinicio instantáneo.

Rabash, Ezequías volvió su rostro hacia el muro”: Y Ezequías volvió su rostro hacia el muro y clamó al Creador.

En primer lugar, debemos aspirar a corregir el Kli colectivo, y luego todo lo demás estará en su lugar. Cada día la Shejiná  una vez más se vuelve virgen, y una vez más necesitamos convertirla en una vasija. Está escrito en el tratado Sanedrín: “Una mujer entra a la unión sólo con él que ha construido una vasija”.

Todos los días nos levantamos nuevamente privados de conexión con el otorgamiento, el grupo, la Shejiná, el Creador. Esta es una forma natural y adecuada: Seguimos descubriendo vasijas, y es por eso en cada día nuevo comienza con una hoja de papel en blanco. Tenemos que continuar aumentando la fe por encima de la razón, nunca esperando que la propiedad de otorgamiento se vuelva importante por sí misma. Por supuesto que pierde su valor, pero esto es bueno.

Yo tengo que estar preparado y estar alegre por ello, alegrarse por el hecho que no he olvidado que tengo la fuerza. Después de todo, esto es un signo de la influencia del grupo, que inmediatamente me da la habilidad de reaccionar, de mi estado, de una forma apropiada.

La recepción es importante para mí, pero me doy cuenta que debo valorar al otorgamiento en su lugar, lo que significa que yo debo estar por encima de la razón para incrementar la importancia del otorgamiento. Por tanto, busco la fuerza para elevarme por encima de los cálculos egoístas en sus mecanismos externos, no dentro de mí.

Uno no debe esperar hasta que el egoísmo se dé cuenta de la importancia del otorgamiento, puesto esto que nunca sucederá. En cada día y en cada momento, una persona puede reanudar la oración dirigida hacia el “muro” o Shejiná, al grupo y avanzar de esta manera. Si la persona se verificaría a sí misma y evaluaría su estado de acuerdo a la búsqueda constante por la dirección correcta, en vez de evaluar sus sensaciones dentro de su deseo egoísta, entonces su alegría tendría un propósito y esto lo ayudaría a avanzar rápidamente. 

Todo depende en que tan rápido una persona se despierta hacia una plegaria apropiada en cada momento. Y esto está determinado sólo por cómo él ha construido su medio ambiente.

Si el grupo le da fuerzas cada vez que él cae, él ve adecuadamente lo que está pasando. Su deseo egoísta está hirviendo dentro de él, pero la Luz Circundante, que llega a través del grupo,  lo está influyendo a él desde afuera.

 Debido a esto, el hombre siempre ve la importancia de la meta y eleva una plegaria apropiada.

(23427 – De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 13  de octubre del 2010, Ezequías volvió su rostro hacia el muro.)

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