El deseo egoísta divide los tiempos en pasado, presente y futuro, al fin y al cabo, el deseo de gozar no se contenta con lo que tuvo en el pasado o tendrá en el futuro; está atado al tiempo presente en el que siente qué beneficio tiene de la luz que lo reviste ahora.
Sin embargo, en el futuro, el deseo de otorgar unirá todos los tiempos: pasado, presente y futuro.