Pregunta: Nosotros quisiéramos pasarles nuestra batuta, nuestro amor, nuestra actitud sincera hacia nuestros amigos de América Latina y Norte América y pedirles a aquellos amigos que tienen la posibilidad de estar ahí definitivamente, que vengan a reunirse con usted y sus amigos.
Respuesta: Yo espero eso con mucho interés; voy a las naciones de América Latina y de Norte América con la gran esperanza de reunirme con mis alumnos. Quiero ver que están avanzando en la misma dirección en que avanzó nuestro «equipo ruso» común en Sochi. Quisiera que allí hubiera grupos similares.
Vemos con qué velocidad está evolucionando el mundo. ¡Basta con pensar, que los brasileros ya no quieren ver partidos de fútbol! ¡Esto nos dice algo! Aquí todavía estamos atrapados en el fútbol, mientras esto ya no es así, a pesar de que para los sudamericanos el carnaval y el fútbol han sido las cosas más importantes en la vida.
Este es un fenómeno muy interesante. Junto con el cansancio, el aislamiento y la distancia, aparece una especie de conciencia, y no sólo algo vago y pasivo. ¡Ellos no lo quieren! Y sobre todo ahora, cuando lo han perdido, esto le da un mayor impulso hacia la conciencia continua.
¡Miren cómo están siendo guiados desde el cielo! Después de todo, para ellos el fútbol fue toda su vida: la salvación de la revolución, de la pobreza, ¡de todo! La gente está empezando a entender que se requiere una decisión radical; no está permitido soñar despierto en los juegos.
Me sorprende que esto venga precisamente de allí. ¡Cuando las personas como ellos parecen saber naturalmente cómo romper con todas las dificultades y estar satisfecha con poco, sintiendo ya que no pueden llenarse a sí mismos a través de esto, es maravilloso!
(140416)
De la Convención en Sochi «Día uno» del 7/13/14, Lección 1