La fuerza de superación, parte 1

Dr.Michael LaitmanPregunta: Nuestra vida nos obliga a superar continuamente nuestros deseos, miedos, ira, y las crisis en las finanzas, en la vida personal y familiar. Esta lucha comienza con el nacimiento.

Mientras nace, el bebé ya tiene que superar mucha presión y estrés para salir, y la madre también tiene que superar el dolor para hacerlo nacer.

Entonces esto continúa durante toda la vida humana desde la primera infancia. A medida que se desarrolla, el niño se ve obligado a superar las dificultades físicas y psicológicas. Incluso para ponerse de pie y aprender a caminar, se le exige que se supere mucho.

De esta manera se continúa hasta el final de su vida: el jardín infantil, la escuela, la educación, el matrimonio, la familia, los niños y el trabajo. Toda nuestra vida es una banda continua de dificultades y de la superación de ellas, de lo cual es imposible escapar. ¿Por qué nuestra vida está dispuesta de esta manera?

Respuesta: De hecho, nuestra vida es una cadena continua de superación, y cuando la persona se queda sin la fuerza de superación, se muere. Toda la vida es una lucha. El proceso mismo del nacimiento humano es la primera superación. El bebé debe respirar, expandir sus pulmones y tomar aire. Esta es su primera acción en este mundo del cual comienza la respiración continua: la compresión y expansión de los pulmones.

Estas acciones, pulsaciones, comprenden toda nuestra vida: respiración, ritmo cardíaco y metabolismo. Estos procesos los realizamos de forma inconscientemente, por instinto, por una orden de la naturaleza. Lo mismo ocurre en cada estado a nivel consciente, donde actúa mi deseo. De hecho, yo tengo que sobrevivir, y mi vida está en esta superación.

Si quiero vivir, a cada caso yo mismo tengo que superarme cada vez más. Nuestra naturaleza es el egoísmo completo que sólo busca el descanso, pero «descanso», no sólo significa yacer, sino hacer sólo lo que queremos.

Para hacer lo que quiero, no deseo utilizar energía, la energía espiritual. A pesar de ello, gasto gran cantidad de calorías como un niño que corre por la habitación, incapaz de detenerse. Para él, eso es descanso.

Le decimos: «¡Deja de correr, siéntate y descansa!» Sin embargo, él no entiende lo que decimos porque está descansando por medio de saltos y bullicio. En otras palabras, la superación es simplemente imposible de medir de acuerdo a la vista externa de la persona. Si la persona supera su deseo y hace algo que va en contra de ella, se llama superación.

Dado que somos creados a partir de la materia egoísta, del deseo de disfrutar, entonces nos sentimos atraídos todo el tiempo hacia los placeres. Si estoy disfrutando, no me importa si corro, me quedo quieto o descanso.

La pregunta es ¿qué debo hacer para actuar en contra de mi deseo: salir de la cama, ir a trabajar, trabajar duro, llevar cosas pesadas de un lugar a otro, ganar dinero, traerlo a casa y alimentar a mi familia?

Por supuesto, esto no es coherente con mi deseo, entonces ¿cómo puedo superarme yo mismo? Hago esto por varias razones. Ya sea porque la sociedad o bien mis padres, me obligan a ir a la escuela a estudiar, luego a casarme, formar una familia y trabajar. El deseo de mis padres y el de la sociedad son más fuertes que la mía, y es por eso cumplo.

O, de repente me encuentro en un entorno que me afecta y cambia mi deseo. Por ejemplo, mis padres me enviaron a un programa deportivo para niños. Antes de eso, no me gustaba el deporte, pero, al ver a mis compañeros de juego, empecé a envidiarlos, fui impresionado por ellos. Los amigos me pasan su deseo, y en vez de sentarme frente al computador, empiezo a correr y a hacer deporte con ellos.

Resulta que puedo tomar los deseos y necesidades del entorno. Por lo tanto, puedo cambiar mi deseo por un deseo mayor que adquiero del entorno, de los amigos, y puedo comprometerme con este tipo de acciones en la cuales previamente no pensaba en absoluto.
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Del Kab.TV «Una nueva vida» del 5/27/14

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