El Libro del Zóhar ha sido revelado solo en nuestros días, porque en nuestro desarrollo hemos pasado los niveles inanimado, vegetal y animal y hemos llegado al nivel humano (humano — Adam, de la palabra “Edomé,” similar al Creador).
Por consiguiente, experimentamos en nuestra vida crisis, abandono, desesperación y molestia.
En otras palabras la razón por la que se reveló El Libro del Zóhar, fue para que podamos participar en nuestra corrección, es decir, para que entre nosotros alcancemos el mismo nivel de conexión, como en Maljut del infinito, donde todos estamos juntos como un único todo.
La primera fase de corrección se llama “no hagas al otro lo que odias para tí”. Este es el nivel de Jafetz Jesed (uno no quiere nada para sí mismo), regresar por miedo (temor).
La segunda fase de corrección es aún más elevada, el nivel de amar al prójimo como a uno mismo, regresar por amor o recibir con el fin de otorgar.
Tenemos que realizar estas dos correcciones y ambas se llevan a cabo en las relaciones entre las personas. Al final, el Creador se revela en nuestras relaciones corregidas, en la medida de nuestro amor y otorgamiento al prójimo o como está dicho: “Del amor a los demás, al amor del Creador”.
Ninguna corrección puede hacerse más que mediante su implementación dentro de un grupo de cabalistas, es decir, con quienes desean llegar al nivel de humano.
En sus relaciones mutuas, construyen el sistema de Maljut del infinito y desean sentir en él la luz de lo infinito, el Creador.
Para esto, El Libro del Zóhar debe darnos fuerza, deseo y alcances internos.
Por lo tanto, mientras se lee El Zóhar, uno debe intentar mantener la intención de que todos somos uno y que nuestros puntos en el corazón, los deseos por la espiritualidad, se unan juntos y a partir de estos deseos comunes, formemos nuestra vasija espiritual, Shejiná o Maljut del infinito, en la que sentiremos al Creador.
Tenemos que sentirnos juntos, como los autores de El Zóhar, el grupo de Rabbi Shimon; y dentro de este sistema de conexiones entre nosotros, tratar de imaginar lo que habla el libro.
Finalmente, El Zóhar habla solo de la conexión entre nosotros, aunque describe todo tipo de formas e imágenes, aparentemente de este mundo, es solo sobre las fuerzas de nuestra alma.
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