El Libro del Zóhar: Una colección de ejercicios para entrar en la espiritualidad

Pregunta: Usted dice que hay mis deseos internos que considero que están fuera de mí. Pero yo veo una determinada imagen del mundo exterior. ¿Cómo debo relacionar esta imagen con los deseos?

Respuesta: ¡En ningún caso debes empezar a hacer esto! Cuando cruces la carretera, no pienses que los coches que pasan están dentro de ti y que todo esto es un juego de imaginación. No.

Por eso los cabalistas escribieron El Libro del Zóhar, que es un libro especial. Cualquier libro de texto contiene ejercicios junto con explicaciones. El Libro del Zóhar, sin embargo, es una colección de ejercicios.

Mientras lees este libro, debes imaginar siempre que todo lo que está escrito en él está dentro de ti y buscar en tu interior todos estos deseos y cualidades.

Mi lectura del Libro del Zóhar consiste en imaginar todo lo descrito en él como el mundo que hay dentro de mí. Solo a través de esto, la percepción correcta de la realidad llegará a mí de forma natural. Mientras tanto, solo estamos leyendo El Libro del Zóhar y queremos realmente sentirlo y comprenderlo dentro de nosotros.

El Zóhar habla de Cohens y Levitas, de Aarón y Moisés, del Creador y la creación, de cualidades, de Sefirot y Partzufim, del burro y el toro, y no importa de qué más. En cambio, solo imagino mis cualidades internas y nada más que ellas.

No existo yo, ni mi cuerpo, ni el mundo; no hay nada; todo ha desaparecido. ¿Y qué existe? Mi deseo y un libro que me describe lo que existe en mí dentro del deseo. Solo utiliza nombres y títulos que me confunden porque me evocan sentimientos de este mundo imaginario.

He dejado este mundo; no quiero pensar en él, y ahora estoy como suspendido en el aire y solo represento el deseo. Sin embargo, estos nombres me recuerdan nuestro mundo.

Entonces, mediante mis esfuerzos por imaginar solo mis deseos y cualidades internas en lugar de estos nombres, atraigo hacia mí la luz que vuelve a la fuente, la luz circundante.

Con estos esfuerzos, comienzo a abrir mi punto en el corazón, mi deseo, el embrión del alma, y a expandirlo y hacerlo crecer. De repente empiezo a distinguir en él ciertas cualidades de las que habla el Zóhar y las conexiones entre ellas.

Lleva tiempo. Pero después de unos meses de tal entrenamiento, empiezo a sentir una respuesta sensorial a cada palabra escrita en El Zóhar: “Aarón”, “Templo” etc.

De la completa falta de conocimiento y de sentimientos, como de una niebla, algunas cosas empiezan a aclararse de repente; empiezo a sentir la conexión entre ellas y a entender lo que son.

A partir de un punto comienzo a revelar el deseo completo en el que todas estas partes existen en algún tipo de relación.

Así es como revelo la creación completa, realmente creada por el Creador, y no esta imagen ilusoria que se está representando en mí ahora que oscurece la verdadera realidad para mí. Eventualmente esta imagen falsa desaparece por completo.

Por lo tanto, todo el Libro del Zóhar es una colección de ejercicios para determinar para cada palabra escrita en él la cualidad correspondiente dentro de mí.

 

¡Adelante! con  Las grandes palabras de El libro del Zohar

 

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