“Ve cuán bueno y cuán agradable es que también los hermanos se sienten juntos”. Estos son los amigos que se sientan juntos y no están separados. Al principio, parecen gente en guerra, deseando matarse unos a otros. Luego vuelven a estar en amor fraternal.
El Creador dice acerca de ellos: “Ve cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos también se sienten juntos”. La palabra “también” viene a incluir la Shejiná con ellos. Además, el Creador escucha sus palabras, tiene alegría y se deleita con ellos (Zóhar para todos, Aharei Mot [Después de la muerte], “Mirad, cuán bueno y cuán agradable”, punto 65).
Estas son las grandes palabras de El libro del Zóhar. Esto es lo que sucede cuando la gente atraviesa enormes obstáculos y descubre que se odia y se desagrada, se miente y se engaña a sí misma. Dicen palabras bonitas y luego ve que nada tiene sentido porque después de un segundo, ya están totalmente en desacuerdo, así es.
Cuando se acercan a la corrección y se les revela que estaban en guerra y que se engañaban unos a otros, de ahí surge el amor fraternal. Y es cuando dicen: “Qué bueno es que los hermanos se sienten juntos”. Pues, sienten la manifestación del Creador entre ellos. Precisamente entre ellos. Esta es la Shejiná, la manifestación del Creador.
Sienten que alegran al Creador y que Él se regocija junto con ellos. Al fusionarse entre sí y con el Creador, se convierten en un todo único cuando tanto el deseo como la luz que los llena son uno.
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