El lugar donde el humano crece en mí

Baal HaSulam, «La esencia de la religión y su propósito»: Porque observar la Torá y los mandamientos para traer contento a nuestro Hacedor rápidamente desarrolla ese sentido de reconocimiento del mal, y aquí nos beneficiamos doblemente:

A. No tenemos que esperar que las pruebas de la vida nos empujen desde atrás, cuya medida de estímulo es estimada sólo de acuerdo a la medida de la agonía y las destrucciones….

B. Ahorramos tiempo, porque Él opera para «iluminarnos», permitiendo así incrementar nuestro trabajo y apresurar el tiempo como nos plazca.

En el segundo camino no esperamos el sufrimiento que constantemente nos empuja de acuerdo al proceso natural de evolución. Cada vez siento lo negativo en el estado presente (deseo -1), corro hacia el estado que parece positivo (deseo +1). Entonces otra vez descubro lo negativo de los nuevos deseos en este (deseo -2), y en busca un llenado yo me muevo (deseo +2). Entonces una vez más el proceso se repite: descubro en gran medida lo negativo (deseo -3) y busco una forma de llenarlo, hasta que llego a un nuevo estado positivo (deseo +3).

Así, soy empujado hacia adelante por los sufrimientos que me empujan una y otra vez en una forma muy dolorosa ¿Entonces cómo podemos seguir un camino diferente?

Es muy simple: si quieres moverte hacia el nuevo estado por ti mismo, antes de que lo negativo se revele, no esperes. Puedes apresurar el proceso y acortar el tiempo. Sólo necesitas entender qué te hace falta. Lo que te hace falta es un nuevo deseo, ese menos (-).

«¡Así que esto es lo que me hace falta! Entonces puedo tenerlo con la ayuda del entorno, es decir del grupo, de los libros, y del maestro».

De este modo no avanzo bajo la presión del egoísmo. Mi avance es ahora diferente en su cualidad: el deseo de los amigos me motiva, lo cual es toda la diferencia. Antes seguía a mi egoísmo, como una bestia que sólo crece en tamaño, pero ahora me muevo hacia adelante con la ayuda de otra fuerza, de la fuerza del grupo que viene de la Luz, del Creador. Aquí es donde crece el humano en mí, que se asemeja al Creador. Es así porque recibo los deseos del grupo y soy llenado con admiración e impresiones por medio de ellos, a los cuales yo lleno.

Así, no sólo restrinjo y endulzo el camino del sufrimiento, sino que en realidad sigo un camino diferente, y esa es toda la idea.

(62259 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/01/2011, «La esencia de la religión y su propósito»)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *