El puente después del cual comienza el camino de la verdad

thumbs_laitman_232_08Rabash, Carta 16: Es sabido que es imposible ver un objeto pequeño y es más fácil ver un objeto de gran tamaño. Por lo tanto, cuando la persona dice algunas mentiras, ella no puede ver la verdad; que está caminando por un camino falso. Más bien dice que está caminando en el camino de la verdad. Pero no hay mayor mentira que esa. Y la razón es que ella no tiene suficientes mentiras para ver su verdadero estado.

Pero cuando la persona ha adquirido muchas mentiras, las mentiras crecen dentro de ella hasta una medida tal, que pueda verlas si lo desea. Por lo tanto, ahora que ve las mentiras, ella está caminando por un camino falso; ella ve su verdadero estado. En otras palabras, ve la verdad en su alma y cómo volver al camino correcto.

De ello se desprende que este punto, que es un punto de verdad, que ella está pisando un camino falso, es intermedio entre la verdad y la falsedad. Este es el puente que conecta la verdad y la falsedad. Este punto también es el final de la mentira y de aquí en adelante comienza el camino de la verdad.

Por lo tanto podemos ver que para ser recompensados ​​con Lishmá (en Su nombre), primero tenemos que preparar a un Lo Lishmá (no en Su nombre) mayor, entonces podemos lograr Lishmá. Y del mismo modo, Lo Lishmá es llamado una «mentira» y Lishmá es llamado «verdad».

La revelación de la mentira es el punto a partir del cual la persona puede iniciar la corrección, porque ella verá que está en la mentira y ya no podrá soportar esta condición. Una mentira es aquello que va en contra de la verdad. La persona tiene un punto que no le permite estar de acuerdo con una mentira: «¡Ustedes puede matarme, pero no yo puedo aceptar esto!»

Este es el punto de verdad, donde convergen la verdad y la mentira. La persona se encuentra en el centro y no puede aceptar una mentira, sin importar cuál sea  el costo. ¡Si yo permanezco en este punto con una mentira, desaparezca del universo!

Mi deseo sólo tiene un punto como este, el cual vino a mí desde el deseo de otorgarle al Creador, donde se siente que «Él es primero». En ese momento en el que aclaro finalmente mi naturaleza, yo siento que Su deseo existe dentro de mi deseo. Entonces ya no puedo permanecer en mi deseo, puesto que esto será una completa mentira para mí. Veo que la vida existe; y que su origen está en la chispa del Creador que está escondida dentro de la creación. Este punto es el comienzo del nacimiento del ser humano.

(109777 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 6/11/13, Escritos de Rabash)

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