El rico y el pobre

Baal HaSulam, «Matan Torá» (la entrega de la Torá) (versión abreviada): El hombre rico que quiere dar todo a su pobre amigo no puede corregir la vergüenza de su amigo. El hombre pobre mismo, a través de sus esfuerzos, corrige la vergüenza y se vuelve como su amigo rico.

Para volverse similares, ellos necesitan cubrir el abismo que los separa. Y si uno de ellos es perfecto, la falla debe ser corregida por el otro. Si el pobre no lo hace por sí mismo, no siente que ganó algo.

Por esta razón la vergüenza es indispensable, y tiene que ser tan grande como la diferencia entre el ser creado y el Creador. Nosotros tenemos que corregir la vergüenza en su totalidad. Por lo tanto el ser creado se vuelve similar al Creador, es decir, se adhiere a Él, y luego ambos se vuelven uno.

El hombre pobre recibe todo sólo por el bien de su amigo rico, ya que sólo de esta manera él puede darle placer. De lo contrario el hombre rico se aflige y sufre. Esto se llama, «el dolor de la Shejiná» (la divinidad). El Creador siente nuestros dolores mucho más que nosotros puesto que cada uno está desconectado de los demás. Mientras que en el mundo del Infinito es posible sentir cómo todos estropeamos la unidad, y esto trae un gran dolor a la Shejiná.

Por lo tanto, si la persona siente por lo menos un poco el dolor de la Shejiná, empieza a entender que sufre por ella. Y entonces ve que es posible utilizar el amor de Shejiná para actuar. Al igual que la persona pobre, la persona puede utilizar la relación de la persona rica correctamente, utilizar su amor. Después de todo, el sufrimiento del hombre rico es muy grande.

Baal HaSulam escribe acerca de esto en el primer artículo de Shamati, «No existe nadie más que Él»: «Y ciertamente, la sensación de un solo órgano no puede parecerse a la sensación de plena estatura de la persona, donde se siente la mayor parte del dolor. Es igual que el dolor que siente la persona cuando está lejos del Creador. Dado que el hombre no es más que un solo órgano de la Shejiná Santa, porque la Santa Shejiná es el alma común de Israel, por lo tanto, la sensación de un solo órgano no se parece a la sensación del dolor en general».

El hombre utiliza el amor del Creador y la pena por él de la manera correcta. Él recibe todo del Creador y por lo tanto otorga al Creador y lo llena a Él de placer. Y entonces la persona descubre el mismo amor hacia el Creador que el que el Creador tiene por él. Este es el propósito de la creación, el amor por el Creador, y gracias a este, se llega a la equivalencia de forma, como el rico y el pobre.

(59999 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 11/6/2011, «Matan Torá» (La entrega de la Torá)

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