Emoción grupal

Dr. Michael Laitman en conversación con Oren Levi y Nitzah Mazoz

 

¿Cómo construimos un grupo en el que sus miembros se sientan un solo cuerpo? ¿Cuáles son las condiciones necesarias para su existencia? ¿Cuáles son las actividades únicas que se dice que se implementan en él?

 

Ya sea que la intención de un grupo sea crear armonía, como en una orquesta filarmónica o promover la excelencia personal, como en un equipo deportivo, un grupo cuyos miembros estén conectados “como una sola persona con un solo corazón” será invencible.

 

Una creación completa significa que a pesar de las diferencias entre los instrumentos, sonidos y personas, se desarrolla una creación uniforme, el público también es parte del juego.

 

Dos grupos pueden crear armonía entre opuestos, es como lo que sucede entre un hombre y una mujer, no destruimos ni borramos la brecha entre nosotros; en cambio, la cubrimos con amor. La armonía espiritual significa que trabajamos para construir una conexión cálida entre nosotros para convertirnos en uno, empezamos por el final: Nuestro objetivo es llegar a un estado en el que nos sintamos con los ojos cerrados. La conexión entre nosotros se construye por encima del rechazo, las discusiones y las críticas, nos tragamos cada erupción, esta contención, el esfuerzo por cerrar la maldad interna, nos lleva a sentir que somos uno.

 

Por ejemplo, ¿qué acciones podríamos tomar para desarrollar la percepción integral en un equipo de fútbol? Todo encuentro entre los jugadores parte de un taller de conexión: ¿Cómo podemos sentir que somos uno? Interactuamos cálidamente unos con otros; tratamos de ayudar y dar apoyo como los órganos individuales en un solo cuerpo. En los entrenamientos jugamos un equipo contra otro equipo, intentamos crear armonía entre los dos equipos, entre los opuestos, si alguien me irrita durante el juego, trato de tragarme mi ira y seguir como siempre, después del partido hablaremos de lo sucedido, mientras tanto, me digo a mí mismo que debe haber habido un malentendido.

 

En conclusión, cuando se establece una conexión por encima de la separación, de repente todos somos un ángel. “El amor cubre todas las transgresiones” (Proverbios 10:12)

 

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