La Torá, Números 22:16–18: Ellos vinieron a Balaam y le dijeron; Así dijo Balak el hijo de Zippor, ´por favor no dudes en venir a mí´. Por lo que te honraré enormemente y haré lo que me pidas. Así que por favor ven y maldice a este pueblo para mí´. Balaam respondió y dijo a los sirvientes de Balak: “Aún y cuando Balak me diera una casa llena de plata y oro, no puedo hacer nada pequeño o grande que transgreda la palabra del Señor, mi Dios”.
El ego fue creado para corregirlo y no para usarlo. Por lo tanto el único estado que lo redimirá será cuando se someta por sí mismo en la intención para el Creador, para otorgar y amar. Es imposible usar el ego para sí mismo. En la Cabalá “prohibido” significa “imposible”.
Se ve claramente que Balaam entiende que él no puede usar el ego, porque el ego que es su naturaleza y le controla, le fue dado únicamente para servir a Israel, es decir con la intención de otorgar y amar al Creador.
Por lo tanto, es inútil tratar de hacer algo más en el ego, porque con eso se podría causar un gran dolor a la humanidad como ya se ha experimentado en el pasado: juegos de guerra, destrucciones y sufrimientos, que fueron considerados desde la perspectiva histórica como procesos inútiles.
De tal forma Balak no puede maldecir a Israel porque el ego fue creado especialmente para esta necesidad de construir por encima de este el próximo grado.
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno” 12/ago/15
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