Si el programa de la creación es proporcionarnos placer, ¿por qué sentimos sufrimiento?
Se sabe que, si sentimos dolor en el cuerpo, entonces algo está mal en ese lugar por alguna razón interna o externa. Es lo mismo en nuestra relación con el Creador; si todo está corregido en el grado actual y el Creador llena todo y controla todo, entonces deberíamos sentirnos muy bien en este estado corregido, en perfección.
Solo si estamos en la transición entre grados, en un estado intermedio, nos sentimos incómodos. Pero esto es un incentivo para pasar al siguiente estado, más perfecto.
No podemos avanzar si nos sentimos bien. Solamente podemos avanzar cuando sentimos una carencia y cuando el futuro promete placer o, al menos, menos sufrimiento. Entonces esta diferencia de potenciales nos da las fuerzas motrices que nos impulsan de un estado a otro.
El deseo de recibir no es capaz de distinguir, evaluar y tener en cuenta nada excepto estos dos estados: el sufrimiento y el placer. Pero si estamos en un grupo, entonces puede jugar, presentándonos el estado futuro deseado y ayudándonos así a avanzar.
