Una carta de su público: “Hace algún tiempo, se me dió la oportunidad de experimentar una maravillosa sensación de completitud y paz con todo lo que existe. Me incluí en todas las cosas en el mundo y más allá del mundo. Soy una persona sana, nunca tomé nada y laboro en un hospital como psicólogo clínico, donde todos los días ayudo a personas con ciertas condiciones psicológicas severas. Por eso, entiendo de lo que habla la Cabalá, sobre la fuerza que de arriba nos conduce. Pero no puedo estar de acuerdo con los métodos de la fuerza superior: rudos, inhumanos y sin piedad. ¿Qué hacer, cómo vivir? Duele terriblemente.”
Respuesta: Escríbele una queja: “¡Hasta aquí, no puedo hacer más”. Grita, quéjate.
Pregunta: ¿Está usted a favor de la comunicación directa, permanente?
Respuesta: Cuando la persona comience a escribir, se dará cuenta de que no tiene nada qué escribir al respecto, que simplemente no entiende el gobierno de arriba. No importa cuán despiadado y estricto pueda ser, ilógico, etc, simplemente entenderá no que no hay a quién escribirle, sino que no hay nada sobre lo qué escribir, que obviamente, todo ya está impreso en ella desde el principio.
Pregunta: ¿Existe en la persona misma esta sensación de falta de piedad, etc y que no hay tal cosa en su entorno, por así decirlo?
Respuesta: Por supuesto que no lo hay.
Pregunta: Entonces, lo que usted está diciendo es: “Necesitas escribir”. La conclusión es: ¿Tengo que escribir, demandar? ¿Qué pasará? ¿Debería escribir en este pedazo de papel o en esta nota?
Respuesta: Escribe cartas al Creador. Escribe precisamente algo así: la primera carta, la segunda. Solo no las destruyas. La primera carta, la segunda, la tercera, etc. Entonces qué pasa. Puedes publicar un libro.
Pregunta: ¿Está usted sugiriendo escribirlo físicamente? ¿Solo tomar una pluma y escribir?
Respuesta: Físicamente. Es bueno. Es mejor que no sea en un computador, sino con una pluma. Entonces verás quién está llevando tu mano.
Pregunta: ¿Solo vertir todas las lágrimas en un trozo de papel?
Respuesta: Todo. Deja que todo esté ahí.
Pregunta: ¿Obtendrá respuestas la persona en todo momento?
Respuesta: Tendrá una respuesta luego. Escribirá con lágrimas y sangre y recibirá una respuesta.
Pregunta: ¿Qué debería uno pedir cuando escribe? ¿Qué hay que pedirle a la fuerza superior, al Creador?
Respuesta: Estar en acuerdo con Él, nada más: “Dame la fuerza para estar de acuerdo contigo, porque de lo contrario, te culparé”. Al final, a donde vaya, la mano conducirá.
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