Espejito, espejito, muéstrame toda la verdad

Tengo que llegar a amar todo lo que hay en mi pareja como una madre que ama a su hijo sin cálculos, amándolo devotamente sin importar qué haga. Para ella, él es el más hermoso, el más exitoso, el mejor de todos; ella cubre con amor todos sus defectos, todas sus fallas.

Primero, necesito aprender a ver a mi pareja con esos ojos, y entonces veré su belleza, y no un reflejo de mi egoísmo. Después de todo, usualmente veo cualidades negativas en mi pareja que en realidad no le pertenecen, sino que son causadas por mi actitud hacia él. Ese egoísmo que proyecto en mi compañero pinta esas imágenes negativas ante mí.

Yo estoy aprendiendo a ser objetivo, independiente de mi ego. Si cubro todas las transgresiones mediante el amor, entonces debido a esto, saldré de mí mismo, fuera de los límites de mis intereses egoístas, de mi cuerpo, y comienzo a elevarme por encima de mi egoísmo. Y entonces veo una nueva realidad, que no es mala en absoluto.

El amor ha cubierto todas las transgresiones, ¡y estas se han ido! Pero no es porque haya cerrado mis ojos a ellas como una madre que ama a su hijo con un amor ciego, instintivo. El hecho de que neutralicé mi ego me permitió ver el buen mundo. En realidad, la fuerza del bien está más allá de mí, y la fuerza del mal está dentro de mí.

Resulta que la realidad está dividida en dos partes. Una parte está dentro de mí, donde la inclinación natural egoísta, malvada, vive desde el nacimiento. Y por fuera de mí, veo un mundo lleno de bondad. Por lo tanto, me encuentro en un laboratorio maravilloso. Y según el grado en el que trate de elevarme más y cancelarme en relación a mi pareja, mi ego será capaz de mostrarme nuevos fenómenos internos revelados en mí.

Veré varias faltas en mi pareja, defectos  que me darán la oportunidad una vez más de cubrir todas esas transgresiones con amor. Entonces, me corregiré con esfuerzos más grandes, y el mundo será presentado ante mí de forma más benevolente y corregida.

Esto continuará hasta que todo mi egoísmo me sea revelado a través de esas motivaciones internas. Tras decenas, cientos, o incluso miles de esos casos, cuando la ira y el deseo de acusar a mi pareja hayan despertado en mí, resultará que he corregido toda esta actitud. Como resultado, además he desarrollado la técnica para relacionarme con todo lo que no está en mis manos.

Una vez que he realizado tal corrección con respecto a mi pareja, veo que no hay nada especial que añadir en relación a otros. Después de todo, No trabajé en otras personas, las cuales son todas diferentes entre sí, ¡sino en mi propio egoísmo!

En realidad, trabajé en mí mismo. Y todo lo que vi ante mí sirvió como un espejo, reflejando mi egoísmo y permitiéndome reconocerlo. Después de todo, no veo otra cosa que a mí mismo, sólo que en el espejo. Resulta que tal situación natural como la familia está diseñada para nosotros por la naturaleza y nos permite lograr la corrección.

(84082 – De una «Charla sobre formación integral» del 11 de 20Julio de 12)

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