No remiendes las antiguas relaciones, constrúyelas de nuevo

La conexión más cercana que existe en cada una de nuestras familias es la conexión en el interior de la familia, entre el esposo y la esposa. Pero sin importar cuanto lo queramos, es imposible dar una prescripción milagrosa o un consejo aplicable de forma instantánea acerca de qué hacer para establecer relaciones en la familia.

Alguna vez en el pasado, esto fue posible, pero hoy ya no funciona. Hoy, lo que se necesita es que la persona, antes que nada, corrija su relación general con la vida, consigo misma, y con las personas que hay a su alrededor, su relación con el mundo en el que vive. Sólo después del curso de educación integral, después del desarrollo de consciencia y la comprensión del nuevo mundo dentro de ella, de la «nueva persona» que se desarrolla en ella, será fácil construir nuevos sistemas de buenas relaciones. De esta manera, transformará su vida hacia la felicidad y se liberará de todos los problemas que la rodena hoy.

Uno debe construir sistemas de educación que le den forma a la persona. Y entonces, según el grado en el que la persona cambie, comenzará a construir relaciones adecuadas y corregidas con otros, incluyendo la relación marital. Por esta razón, este asunto no le pertenece sólo a las parejas casadas, sino también a las personas solteras. Ellos también sienten que no están establecidos, que no encajan dentro del marco familiar.

Antes que nada, debemos entender que el divorcio no resuelve ningún problema y que vale la pena que nosotros construyamos un sistema de relaciones completamente nuevo. No es posible continuar como de costumbre y esperar que todo funcione de forma diferente en la familia. Puedes estar seguro de que habrá los mismos problemas.

Es exactamente por esta razón que las personas hoy no quieren casarse, porque desde antes ya asumen que su intento no será exitoso. Parece un fenómeno natural ¿Por qué podría resignarse una persona ante los problemas que ve por adelantado? Vemos cuántos problemas puede traer un matrimonio fallido, terminando en divorcio, y cuánto nos cuestan las relaciones arruinadas de personas cercanas a nosotros en términos de dinero, salud, tiempo, y nervios.

Así la persona se abstiene desde antes de construir una familia. Vemos esta tendencia en todos lados. En todos los países, existe una imagen similar. Por lo tanto, antes de construir una nueva persona, es imposible hablar acerca de construir un sistema de relaciones para parejas.

Alguna vez fue posible repararlas con la ayuda de charlas con un psicólogo, con ciertas afirmaciones. El ego del hombre aún no era tan grande como ahora cuando no está de acuerdo con ningún compromiso. Y no se puede culpar al hombre, simplemente no es capaz de estar de acuerdo.

Nos hemos desarrollado hasta una situación en la que la persona quiere permanecer como un niño toda su vida y ser completamente libre y tener permitido hacer cualquier cosa. No quiere comprometerse o limitarse con nada. Él espera que su esposa sea una madre que lo disculpe por todo y no le exija nada, sino que lo inunde con un océano de amor, sin importar cómo se comporte.

Usualmente, esta relación es típica de los hombres. Sin embargo, también las mujeres han cambiado su relación hacia el matrimonio e incluso si hay hijos, no temen cambiar de esposo o estar y permanecer como solteras.

Es un misterio, pero hoy una mujer con un niño puede construir una nueva familia rápidamente y recibir mucho más que una mujer sin hijos. Los hombres no ven al hijo de alguien más como un obstáculo para el matrimonio. Sorprendentemente no tienen prisa y no están interesados en tener hijos propios, pero están listos para casarse con una mujer con un hijo. Él no ve ningún obstáculo en esto. Este fenómeno es ciertamente  notorio en nuestros tiempos.

En años pasados, al contrario, una mujer con un hijo, después de un divorcio, encontraba muy difícil casarse otra vez. Sólo en ocasiones alguien estaría de acuerdo en tomar a una mujer con un niño. Cada uno quería tener hijos propios. Esto significa que hay cierto número de fenómenos que son característicos de nuestro tiempo que necesitamos tomar en cuenta.

(83898 – De una «Charla sobre formación integral» del 18 de Julio del 2012)

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