Juzgar a un amigo según la escala de sus méritos significa exaltar a cada uno de ellos y ponerlos mucho más arriba que a uno mismo. De esta manera podremos elevar a todo el grupo literalmente a los cielos. Es decir, todos los miembros del grupo podrán ser un gran mediador entre todos sus miembros y el Creador.
Una persona que está en un grupo de personas de ideas afines siempre debe elevar a sus amigos, incluso si ve algunos defectos en ellos debe decirse a sí mismo que los juzga como no corregidos porque él mismo tiene esa visión sin corregir. Como se dice, cada uno juzga según la medida de su corrupción.
Pregunta:
Pero el grupo existe según ciertas reglas. Si yo y otros también vemos que una persona viola las reglas del trabajo espiritual, ¿debería igualmente pesarla en la balanza del mérito?
Respuesta:
Es necesario entender esto, pero en general sí. Depende de quién estemos hablando. Si se trata de un amigo común o de alguien que acaba de empezar a estudiar, ¿qué se puede hacer?
Quizás aún no lo entienda o esté en proceso de trabajar sobre sí mismo internamente, pero no lo vemos.
En general, debemos avanzar. Con el tiempo, todos los miembros del grupo comenzarán a comprender cómo deben estar interconectados, obligarse mutuamente y esto los hará avanzar.