Torá, Deuteronomio 10:19: Deben amar al extranjero, porque ustedes fueron extranjeros en la tierra de Egipto.
Es necesario prestar especial atención a todo lo relacionado con la aparición de nuevas cualidades en mí, que parecen no tener ninguna importancia, pero que me pueden elevar, avanzar y, están lejos de mi “estómago”.
Exactamente con la ayuda de esos nuevos deseos superiores, que no siento como míos y por lo tanto, son llamados extranjeros, podré avanzar hacia la tierra de Israel.
Esos deseos vienen a mí y son revelados como no necesarios. Después de todo, ¿quién necesita a esos extranjeros?
Usando ejemplos externos de la vida, la Torá nos habla de cualidades internas, acerca de cosas que suceden dentro, cuando identificamos esas acciones en nosotros mismos. Por ejemplo, el grupo entero está apasionado por avanzar, arde con esto y luego, en el cruce de caminos de las relaciones entre amigos, aparecen nuevas cualidades: algunas posibilidades de otorgamiento, amor, conexión y contacto. Surgen sensaciones completamente nuevas hacia esas personas que te eran indiferentes; incluso los ignorabas o despreciabas.
Y de pronto sientes amor por ellos, como por tus hijos y anhelo, cuidado y admiración. Gradualmente sientes que abrazas a todos, estás junto a todos ellos, los cuidas y los sostienes en tus brazos, como bebés.
Tú, como una madre, recibes placer, porque tu amor por ellos es, incluso más que tu amor por tus propios hijos. Después de todo, los hijos están en el nivel corporal y aquí estamos hablando del nivel espiritual.
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno” 1/jun/16
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