Formando “el embrión espiritual del otorgamiento”

Pregunta:

Si no fuera por sus explicaciones sobre la Cabalá, nunca hubiera querido saber lo que es, pero al enfrentarme a sus explicaciones, sentí que hay verdad detrás. Por lo general, esta sensación te retiene durante un tiempo, y luego desaparece gradualmente, y te quedas solo con un montón de críticas. ¿Qué debe hacer una persona en este caso?

Respuesta:

No me interesa adormecer a una persona, apaciguarla, calmarla o darle fuerzas para resistir esas críticas que empiezan a lavarle el cerebro como compadeciéndose de dónde ha ido a parar él, el desgraciado, etcétera. Eso no me interesa; este es el destino del hombre, ¡debe afrontarlo por sí mismo o no llegará a ser un Hombre!

 

¡No voy a acudir en ayuda de nadie! Lo digo completamente en serio, no porque me sea indiferente el destino de una persona, ¡sino porque de otro modo no sobrevivirá!, es necesario empujar al polluelo para que vuele, hay que empujarlo, no hay escapatoria.

 

¡Esto te hará más fuerte! ¡Solo en la lucha! En ningún caso se debe quitar esta oportunidad a una persona. ¡Por eso nunca ayudo a nadie! ¡Veo con compasión como uno sufre y como no puede encontrarse a sí mismo!

 

Recuerdo como una vez, emocionado le dije a mi maestro con dolor: ¡Bueno, ayúdame! Y él me sonrió en la cara. ¡Estaba dispuesto a hacerlo pedazos! Me encontraba en un estado interior tan terrible que no podía ver ni de día ni de noche, estaba atormentado, hirviendo, fumaba tres paquetes de cigarrillos al día, no podía ver a nadie, me comía a mí mismo, tenía tales experiencias interiores, búsquedas, malentendidos, disfunciones, ¡que la muerte es mejor que una vida así!

 

Y mi maestro, que en principio, era el culpable de que yo me sintiera así, ¡sonreía y ni siquiera me ayudaba! ¡En nada! Solo dijo: Está bien. Un poco más, un poco más. Ya pasará. ¿Qué pasará? Y así durante meses y meses.

 

Es un proceso muy complejo cuando una persona adquiere la cualidad de otro mundo y acomoda dos mundos: El mundo material, que actúa bajo la fuerza egoísta de la recepción, y el mundo altruista, que actúa bajo la fuerza del otorgamiento; son mundos completamente diferentes, opuestos, contradictorios, al principio del viaje no están conectados entre sí, una persona está en esta mitad o en aquella. Y solo entonces puede construir una Línea Media.

 

Es en esa lucha, confusión y clarificación cuando nace una persona compuesta por dos partes del mundo.

 

Pero no se trata de un proceso interminable, para cada grado hay un cierto número de estados por los que debemos pasar, esta es nuestra evolución, solo así podemos desarrollarnos. De hecho, ¡es una forma maravillosa de desarrollo!

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