Fuego y agua

Dr. Michael LaitmanLa llama era fuerte, a diferencia de una llama convencional. Por lo tanto, el agua no podría extinguirla. Aunque el altar de cobre se encontraba en el patio bajo cielo abierto, la lluvia nunca lo inundaba. (Moshe Weissman, «El Midrásh dice», capítulo «Tzav.»)

La quema del deseo de recibir es la acción correctiva más fuerte posible.

Existen varios tipos de correcciones: Los cuatro tipos de ejecuciones (plagas), desollado, salazón, el hacer que las cosas sean kosher y el consumo correcto, los así llamados tres años del águila (para los árboles frutales), los siete años de labranza, etc. En otras palabras, los diversos tipos de egoísmo requieren tipos especiales de corrección.

El egoísmo más pesado necesita la corrección más fuerte, por el fuego. Cuando nosotros trabajamos en un nivel de auto inmolación y sacrificio de nuestro ego en aras de la corrección en el futuro, no hay obstáculos en nuestro camino.

Se nos dice que el agua no era capaz de apagar la llama. Este hecho hace énfasis en que la corrección por medio del fuego es mucho más elevada que cualquier otra forma. El agua en sí es limpieza, purificación, pero es menos potente que la limpieza por medio del fuego.

El agua corrige sólo hasta el nivel de otorgamiento, Jafetz Jesed (Galgalta ve Eynaim), mientras que el fuego corrige la intención misma, al recibir en beneficio de los demás.

(134993 – Del Kab.TV «Los misterios del Libro Eterno» del 6 de diciembre del 2013)

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