La Torá, Números, 35:30: Quien mata a una persona, basado en el testimonio de testigos, deberá matar al asesino.
Esto se refiere a quien mata a una persona en sí mismo. Por ejemplo, soy un animal, pero a través del trabajo espiritual, un humano aparece en mí. Sin embargo, tengo propiedades tan negativas que mato a este humano en mí y necesito ser constantemente un juez justo, definir claramente: este es un humano creciendo en mí y esta es la propiedad contraria que desea destruirlo, matarlo. Así que, tengo que protegerlo.
Por lo tanto un drama interno está ejecutándose constantemente en la persona y es muy interesante participar en eso. Pero puede hacerse sólo con el apoyo de la sociedad que te rodea.
Pregunta: ¿Cómo puedo atrapar a mi asesino interno?
Respuesta: Sólo si organizas a tu alrededor una sociedad que también se ocupe del trabajo espiritual y constantemente mantiene una atmósfera apropiada que te impacte.
Y así no te será dificil; ¡lo vivirás, seleccionando, analizando e interpretando todos esos estados dentro de ti! La identificación constante de las cualidades correctas (positivas) y negativas se volverá un gran placer, como si un árbol de la vida creciera dentro de ti y todas las cualidades negativas se volvieran positivas y te dieran jugos vitales.
Al principio los “asesinos” aparecen con deseos de hacer daño, pero la actitud correcta hacia ellos crea cualidades que protegen el árbol de la vida y le dan alimento.
Entonces la persona es llamada “héroe entre héroes”, convierte la cualidades negativas en positivas. Después de todo, las cualidades negativas no existen; nosotros mismos debemos convertirlas en positivas.
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno” 16/dic/15
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