Uno puede ser un trabajador diligente, pero no disfrutará de la sociedad, más que los rezagados. Habrá un nivel de vida igual para todos. (Baal HaSulam, Los escritos de la última generación)
Una condición necesaria para la existencia de la sociedad futura, es un ingreso, pago y abastecimiento, absolutamente equitativo. Todas las cosas que todo el mundo tenga, tienen que ser las mismas para todos, pero de acuerdo a las necesidades personales y gustos del individuo.
Es decir, uno puede estar satisfecho con dos kilogramos de algo y para otro, 500 gramos es suficiente. Uno necesita, digamos, vestimenta y calzado especiales; y el otro, no necesita nada de ellos. Todo el mundo recibirá tanto como sea necesario para sí mismo.
Pregunta: ¿La persona pensará sobre las cosas que recibirá de estas acciones en la sociedad?
Respuesta: En una sociedad como tal, todo el mundo piensa solo en otorgar a los demás. Depende de la educación y cuánto la sociedad misma influye a la persona; y la sociedad pensará solo en el individuo y le proveerá de todo lo que necesite.
El equilibrio entre la recepción y el otorgamiento se determinará por el individuo mismo, porque lo más importante para él, es recibir lo que necesita de la sociedad y sentir que es totalmente suficiente.
La persona sentirá el equilibrio internamente, el hecho de que su otorgamiento es igual a la recepción.
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