«¿La Cabalá esotérica se acerca a la legitimidad?» (Quora)

Michael Laitman, en Quora: «La Cabalá esotérica se acerca a la legitimidad?» 

Cabalá no es una forma de esoterismo.

La gente quiere etiquetar a Cabalá como esotérica o mística y conectarla con bendiciones, maldiciones, encantos y otros fenómenos. Estas etiquetas se vincularon con Cabalá porque estuvo prohibido estudiar Cabalá para las masas, durante miles de años, pues el deseo espiritual de la humanidad aún no había madurado. En el siglo XVI, cuando el Ari (cabalista Isaac Luria) levantó la prohibición de estudiar la sabiduría de la Cabalá, alegando que había llegado el momento de ser revelada a la humanidad, también mencionó la prohibición de usar encantos y bendiciones, pues no tienen nada que ver con Cabalá.

Cabalá es la ciencia que enseña la ley de la realidad, de la que somos parte. A través de esta ciencia, descubrimos las reglas del mundo espiritual, que son la razón de todo lo que sucede aquí. Son reglas colectivas, que abarcan las leyes de todas las ciencias de nuestro mundo.

Cabalá no es otra creencia ni una visión imaginario de la vida. Ofrece leyes precisas y claras que representan la estructura de los mundos superiores.

Cuando estudiamos Cabalá, adquirimos conocimiento de un mundo fuera del nuestro. Descubrimos el mundo espiritual superior y gradualmente obtenemos la capacidad de afectarlo. Con pruebas y experimentos aprendemos cómo hacerlo y entramos en la realidad integral.

En este punto, comenzamos a trabajar, no desde nuestro propio cuerpo, sino desde nuestra alma, que es nuestra verdadera esencia. El ser humano no es el cuerpo físico que se reemplaza al inicio de cada nueva vida. El ser humano es el alma que aún no sentimos.

El propósito de la creación es que actuemos desde nuestras almas, desde el mundo superior y que vivamos en el mayor grado posible, en lugar de en el más bajo (nuestro mundo), que está en el nivel animal. Al descubrir nuestra alma, logramos contacto con el mundo superior y así logramos una vida completa, perfecta, eterna y dichosa.

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