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Los libros de la Cabalá son semejantes a los libros de medicina. El medico no puede transmitir la salud al paciente, solamente puede aconsejarle sobre lo que el paciente debe hacer para recuperar la salud.
Lo mismo hacen los cabalistas. En sus intenciones no entra dibujarnos las imágenes del mundo espiritual, describir lo que pasa en él. Los textos de sus libros se han compuesto de tal manera que nos ayudan a ser semejantes a los atributos de otorgamiento descritos en ellos. Al utilizar sus libros, empezamos a identificarnos con estas acciones y entonces podemos procesar nuestras cualidades, deseos e intenciones de tal forma que nos volveremos semejantes a la espiritualidad, el Creador.
El libro de la Cabalá no esta escrito para el estudio, para darme conocimiento y sabiduría. Con este planteamiento no veré nada y no conoceré la espiritualidad
Al revés, esto me alejará del resultado deseado. Es decir, separarme de mi transformación para ser ciudadano del Mundo Superior.
Incluso el enfermo, leyendo el libro de medicina, no busca en él nada más que consejos de cómo sanar. Del mismo modo debemos estudiar los libros cabalísticos. De otro modo esto será el estudio por el conocimiento y se convertirá en “la poción de muerte” en lugar de “el elixir de la vida”.
(Extracto de la lección sobre el artículo, La sabiduría de la Cabalá y su esencia correspondiente al 12 de noviembre 2009)
Material Relacionado:
De la lección del artículo «La sabiduría de la cabalá y su esencia», 12.11.2009