Nos encontramos en una situación muy especial, que está ocurriendo por primera vez en la historia de la humanidad. Hoy en día, el egoísmo se revela a escala global así como la conexión entre nosotros. Es una indicación de cuán interdependientes somos y cómo el deseo de recibir llena todo el «espacio» entre nosotros, conduciéndonos a una crisis en todas las áreas de la vida: en la cultura, la economía, la educación, la ciencia, la vida familiar y la actitud del hombre hacia sí mismo y los demás.
Todas las conexiones que nos unen en un sistema único de almas, se nos revelan en su forma egoísta que es inservible y provoca nuestro sufrimiento. Esto está sucediendo para obligar a la humanidad a elevarse al siguiente nivel: el nivel espiritual. Debido a la desesperanza, la gente deseará cambiar sus relaciones de egoístas a altruistas. Por consiguiente, la Naturaleza misma está revelándonos que la conexión egoísta entre nosotros es mala, arruina nuestra vida y hasta amenaza nuestra existencia.
El grado espiritual se revela ahora en nuestro mundo. Sin embargo, lo estamos percibiendo desde el lado opuesto. Lo que nos hace falta es el reconocimiento de nuestra maldad con el propósito de atraer la Luz que corregirá nuestros deseos egoístas y los transformará en deseos de otorgamiento hacia nuestro prójimo. Para que esto suceda, tenemos que descubrir que nos encontramos en el exilio. La Shejiná está en exilio: el conjunto de todas las almas, dentro de las cuales se revela el Creador, la Fuerza Superior que nos conecta a todos. Debemos sacar a la Shejiná del polvo para que nuestros deseos se unan en un deseo común, como un solo hombre con un solo corazón. Esto se llama la revelación de la Shejiná y su éxodo del exilio.
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