La decena es una célula del cuerpo espiritual

La responsabilidad primaria de cada uno, es por su decena, por sus amigos, por la conexión común, en lo que la decena expresa nuestro deseo por el Creador, la exigencia al Creador para que corrija y cumpla nuestro deseo común. 

Cada individuo en la decena tiene que hacer este trabajo, esta es su misión personal, individual, con respecto a la decena. Cuando se conecten las decenas, de tal forma en que cada uno, dentro de sí mismo sea una célula sana, juntando todas las células podremos ensamblar un cuerpo espiritual. Será el “Hombre”, “Adam”. 

Sin embargo, hasta ahora, cada decena es sólo una célula básica y nada más. De este modo, conformamos una gota de semen que comenzará a multiplicarse y a crecer en la espiritualidad. Si no hay una gota de semen, formada por diez amigos, no podremos comenzar a crecer en el mundo espiritual.  

Esta condición yace ante nosotros como una barrera limitante (Majsom), un obstáculo que no nos permite entender la necesidad de nuestra conexión. Seguro que no podemos hacer por nosotros mismos este trabajo, pero debemos pensar, pedir y exigir que la fuerza superior haga el cambio dentro de nosotros.
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De la lección diaria de Cabalá 12/feb/21, “Mis hijos me vencieron” (Preparación para el congreso 2021). 

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