La honorable tarea de volvernos justos

Pregunta: ¿Cómo podemos cambiar del estado de “pecador” que es incapaz de justificar al Creador, al estado de “hombre justo”?

Respuesta: Sentirse como un “pecador” es un estado muy bueno, benéfico e inevitable. Mientras que el egoísmo se despierta dentro de ti, estas “bajo la protección de la Torá”, lo que significa que tienes algo sobre que apoyarte: tienes la Luz que te ayuda a entender que estás experimentando una caída y un descenso.

Tú caes porque no has corregido todavía tu nuevo deseo, que se está desplegando dentro de ti ahora. Por lo tanto, te ves como un “pecador”. Un “pecador” en un grado espiritual, y uno muy honorable. Esto significa que he alcanzado un estado donde el Creador se da cuenta que Él me puede llenar con una carga mucho mayor y ¡yo seré capaz de corregirla! Él pareciera estar invitándome y asignándome un trabajo adicional más significativo.

Pero todavía no he corregido esta carga adicional, no puedo empezar a otorgar con respecto a eso todavía, así que en este estado me considero un pecador hasta ahora. Pero no me culpo por eso; justifico al Creador, le agradezco, y me alegro de la oportunidad que se me revela en este momento.

Esto es radicalmente diferente a la forma en la cual interpretan las personas comunes la palabra “pecador”. Es un estado muy respetable. El comandante me saca de la tropa y me dice: “¡solo tú eres capaz de llevar a cabo esta tarea!” En otras palabras, se me ha otorgado una carga adicional del corazón, y la considero una nueva misión de combate. Pero por ahora, soy un hombre malvado, hasta que complete mi misión y me vuelva un hombre justo.

Faraón entendió que era un pecador y el Creador era el justo. En otras palabras, cada estado a lo largo de la escalera espiritual es espiritual. Los malvados son grados exaltados que preceden a los justos. De manera que estos estados vienen en rondas: una vez eres un pecador, otra vez eres un hombre justo, y una vez más, un pecador y uno justo, una y otra vez. Es como si estuviera caminando sobre ambas piernas: una es la pierna del pecador y la otra la del hombre justo.

(42002 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 5/2/2011, Shamati #6)

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