La intención es la Luz que reforma

Aquel que escuche la clase y no la entienda, tendrá que pensar con mayor ahínco que los demás en la intención. En la intención todo está muy claro, y no hay nada que explicar con respecto a ella, sino que tienes que hacer tus propias reflexiones. Averiguar exactamente lo que deseas, aún si tus deseos no están en acorde con la espiritualidad, durante la clase la Luz Superior influirá en ti y paulatinamente te enfocará hacia la dirección correcta. Lo importante aquí es que trates de escrudiñar tus propias intenciones.

Nuestros esfuerzos no están en el estudio, ni en la comprensión, sino en la intención: ¿para qué estudio?, ¿por qué?, ¿qué es lo que quiero lograr con todo esto? Aún si todos tus cálculos interiores no son correctos, no tiene la menor importancia. Si activas la intención, la Luz influirá y actuará sobre ti, ya que la Luz no actúa sobre el deseo, sino sólo sobre la intención (egoísta, para transformarla en altruista) ya que ella llega desde Arriba a través de los mundos, estando ya revestida de intenciones, de la Luz que reforma.

Por lo tanto no puedes recibir la Luz Superior si no creas la Luz que reforma. La Luz que reforma es la intención, por lo tanto no tenemos elección, todo depende de la forma en que activamos la intención, aún si esta no es correcta, como el bebé que aún no entiende nada, no tiene la menor importancia. Lo primordial es que la Luz Superior tiene lo que corregir.

(De la tercera parte de la lección diaria de Cabalá del 2 de diciembre 2010 – Beit Shaar HaKavanot)

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