Como regla no interferimos en el trabajo interno de un amigo. Si, por ejemplo, él deja de asistir a las lecciones o muestra menos actividad externa, lo apoyamos; y si lo está haciendo bien, no lo tocamos. ¿Es correcto así el enfoque?
Respuesta:
¿Por qué no? Si él está en el camino espiritual, ¿por qué molestarlo? Tenemos que solo mostrar que vamos juntos; pero si alguien se desvía un poco, necesitamos tratar de hacerle regresar al camino correcto.
Pregunta:
Supongamos que un amigo no llegó a la lección, aunque tendría que haber llegado. ¿Qué deberíamos comentarle si él dice: “Pero trabajo en intención. Pido por ustedes”?
Respuesta:
No, no puede ser. La intención no sustituye a la acción, porque todas nuestras acciones tienen lugar en la decena, en el grupo. Por lo tanto, tenemos que cumplir con todas las condiciones físicas de nuestra conexión.