No hay que olvidar que lo más importante es la acción de la Luz Superior sobre nosotros. Es el componente más importante que olvidamos todo el tiempo. Cuando la luz actúa sobre nosotros, nos da la oportunidad de sentir la naturaleza del otorgamiento, y aquella pequeña chispa que tenemos adentro empieza a crecer.
Me encuentro enteramente dentro de mi gran egoísmo con una sola chispa de otorgamiento que me entregaron: el punto en mi corazón. Si estudio los libros cabalísticos y trabajo con mis amigos deseando unirme a ellos, con esto atraigo la Luz Circundante, que me vuelve a la fuente.
Mi punto en el corazón se expande y crece y en este volumen adicional empiezo a sentir lo que significa el otorgamiento, que es contrario a la recepción, las cualidades egoístas. Y así puedo conocer a un atributo en contraste con el otro. Puedo comprobar estos atributos de más contra menos.
Como en la física o en la química, para valorar necesito siempre la comparación de los elementos opuestos, pues de lo contrario no podré distinguir nada. Tiene que existir la luz contra la oscuridad; sólo entonces empezaré a entender algo.
Y por eso estoy sentado estudiando, y no importa si no entiendo nada, pero poco a poco estoy atrayendo la Luz Circundante, gracias a que me encuentro en el grupo y con las verdaderas fuentes.
(Extracto de la lección sobre el libro “Shamati”, correspondiente al 25 de junio 2010)