La difusión del método integral de las masas consta de información y educación. Se trata de dos grandes temas paralelos.
Es muy difícil salir hacia las personas con la información, puesto que ellas tienen que escuchar, entender y asimilar con la mente lo que sucede. Pero son pocos los que pueden hacer esto. ¿Por qué y para qué?
Por lo tanto, es preferible salir hacia ellos con educación, es decir, transmitirles los más simples talleres sobre diversos temas durante una hora o cuarenta minutos. Lo más importante es que ellos sientan que se encuentran en un círculo de discusión y no de disputa, que todos ellos sólo se complementen mutuamente. Nosotros los guiamos, les explicamos las condiciones de nuestro taller: Está prohibido reñir con los demás; nos adaptamos a los demás para encontrar elementos en común dentro de nuestro círculo que llamamos una «bola de frambuesa».
Ellos sentirán esto después de media hora y nos entenderán sin palabras, nosotros ya lo hemos visto más de una vez. Así que se convencerán de que si trabajan de acuerdo al sistema integral, pueden resolver todos los problemas en el trabajo, en casa con los hijos y con los vecinos, precisamente de esta forma.
En el momento en que les presentemos este marco, nos será más fácil para hablar con ellos. Ellos sentirán que en nuestro compromiso, aparece en nosotros algún tipo de fuerza interna como resultado de la conexión entre nosotros que pueden influirnos, corregirnos, cambiarnos y acercarnos, en otras palabras; que se trata de algo serio que realmente existe, y no de algún tipo de fantasía o palabras bonitas.
Después de que ellos sientan ese poder, empezarán a preguntar de qué se trata esto. Entonces nosotros empezamos a explicarles que en nuestro mundo a este fenómeno se le llama «la sabiduría de la muchedumbre».
Pero este es esencialmente el descubrimiento del Creador, el descubrimiento del poder de la conexión. Cuando las personas se acercan y se elevan un poco por encima de su ego, conectándose por encima de él, concediéndoles a los demás, entonces hay equivalencia de forma con el Creador. Cuando nos elevamos a un nivel determinado, despertamos en nosotros la influencia de la Luz Circundante (Ohr Makif) y sentimos que hemos recibido algún tipo de nueva energía. Este es un poder físico de equivalencia de forma: la acción y la reacción.
Es lógico que si continuamos elevándonos, nosotros despertamos una mayor Ohr Makif que nos eleva aún más; despertamos una Luz aún mayor y así sucesivamente. Esta seguirá influyendo en nosotros todo el tiempo con mayor fuerza cada vez.
De esta forma, gracias a nuestro ego original, nosotros cada vez nos elevamos más por encima de él. Transformamos toda su densidad en ascenso.
Supongamos que yo desciendo a un cierto nivel dentro de mi ego, y después de esto me elevo a ese nivel (amor), transformo el poder negativo (-) en positivo (+), en otorgamiento, en amor, en conexión entre nosotros. Yo desciendo a un nivel aún más bajo, y después me elevo nuevamente por encima de él, y así sucesivamente. Así es como yo actúo. El ego fue creado para esto; nos da la oportunidad de elevarnos por encima de él.
Cuanto mayor sea el ego, más me puedo elevarme por encima de él hasta descender por completo a su último «cuarto nivel» y ascender al más elevado «cuarto nivel» llamado Gmar Tikkun (corrección completa).
Por lo tanto, en principio, simplemente podemos explicarles a las personas qué secreto hay aquí, cuál es el misterio.
No hay misterios aquí. Es necesario que trabajemos correctamente con dos fuerzas de la naturaleza. Y, puesto que solo nos encontramos dentro del ego, nosotros necesitamos una segunda fuerza contra él, el poder de la Luz.
Así que tenemos algo con lo cual salir hacia las masas, sólo es necesario enseñarles, explicarles, acercarse a las personas de la forma correcta, y comprobar desde el principio por qué están sufriendo. ¡Existe un remedio! Pero de esta forma será evidente para una persona que tenemos que hablar con ella acerca de lo que le causa daño.
Imaginen que hay miles de «inválidos» diferentes entre las personas, quienes se quejan por todo en la vida: problemas físicos, mentales, morales y materiales. Y para nosotros existe un remedio universal. ¡Y funciona! Sin embargo, a fin de construir una relación con las personas, somos nosotros quienes tenemos la responsabilidad de saber desde el principio de qué es eso por lo cual ellas sufren. Este es el método de educación e información integral.
Para educar, nosotros creamos diversas películas, videos, libros, folletos, y producciones mediáticas que les expliquen a las personas cómo actuar y cómo llevar a cabo talleres que traigan una conexión entre las personas.
¡No hay otra opción! No tenemos otra herramienta para conectarnos con la Luz Superior. Podemos atraerla hacia nosotros si nos encontramos en algún círculo. Esto es lo que tenemos que enseñarle a la gente. Para ello, yo tengo la serie de conversaciones «Una nueva vida», que les presentan a todos que este es el único remedio único.
En los talleres integrales depende de nosotros el enseñarles a las parejas jóvenes a cooperar correctamente entre ellos, a los padres a conectarse con sus hijos y a los hijos a conectarse con los demás. Es necesario enseñar a todos ellos en las plantas, fábricas, instituciones y oficinas, no importa dónde.
El uso de la educación integral en las escuelas está destinado al progreso: hacia una disminución en el fenómeno de los embarazos, a la reducción de la violencia de pandillas, y a que los niños empiecen a relacionarse de manera diferente con los demás. Nosotros estamos haciendo actividades como estas en las cárceles y recibimos cartas de los presos y de los administradores de las prisiones que están agradecidas con Bnei Baruj por los resultados sorprendentes de la educación integral.
¡Es posible curar con esto! Es posible elevar a las personas con esto. ¡Con la ayuda de esto, se pueden hacer maravillas!
Por lo tanto, hasta la fecha también tenemos en nuestras manos la más seria conexión. Dado que nuestro mundo fue creado como resultado de la destrucción del alma única, de nosotros depende el reunir esta alma rota, este deseo roto, como un rompecabezas. Entonces obtenemos la sensación del siguiente nivel, puesto que en realidad nada ha cambiado a nuestro alrededor; sólo ha cambiado la percepción de nuestra realidad.
(116442)
De la Convención en Estocolmo «Alegría en Unidad» del 8/31/13, Lección 3
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