Pregunta: El conocido psicólogo Mikhail Labkovsky comparte que la vergüenza es una emoción discreta, una emoción que la persona trata de ocultar, y por lo tanto es tóxica y dañina. Hace la analogía de la vergüenza como una planta en maceta que, dada la alimentación constante y el abono y los recursos que una persona le da (la vergüenza), crece hasta convertirse en un enorme árbol. Aconseja que hay que trabajar con la vergüenza o ésta consumirá toda la personalidad.
¿Cómo puede una persona trabajar con ella?
Respuesta: Solo la relación de una persona como flor con otras flores, con otras personas, en la restricción mutua, en la ayuda mutua, etc. ayudará a todos a desarrollar y recoger orgánicamente un buen parterre.
Pregunta: ¿Dónde está el lugar de la vergüenza aquí?
Respuesta: Está dentro de ellos. Hay vergüenza, orgullo, alegría, tristeza y todo lo demás.
Pregunta: ¿Debo relacionarme con ella de alguna manera? ¿Qué debo hacer con la vergüenza?
Respuesta: ¡Administrarla! Si no hubiera vergüenza, ¿quiénes seríamos? Seríamos animales.
La vergüenza es lo que distingue al hombre de un animal. Esta es la diferencia entre estos dos grados. Si no tengo vergüenza, entonces soy como un animal. No importa por qué ni cómo.
La vergüenza es por el hecho de que no soy como él, no soy tan inteligente, etc. La vergüenza es lo que me impide perder al menos el grado en el que estoy.
Pregunta: ¿Necesito alimentarla?
Respuesta: Es absolutamente necesario. Es imprescindible asegurarse de que la vergüenza corresponde al grado al que quiero subir cada vez o no me sostendrá.
Pregunta: Entonces, ¿resulta que es la vergüenza la que me empuja a este grado?
Respuesta: Sí, es una fuerza de contención y de empuje. Impide la caída y empuja a la subida.
Pregunta: ¿Por qué los psicólogos suelen decir que no la alimenten, que la aplasten?
Respuesta: No lo sé. Para ellos, hay cualidades en la naturaleza que consideran negativas. Y para mí, no hay cualidades negativas; todas son positivas, y todo debe ser utilizado correctamente.
Pregunta: Entonces, la frase correcta aquí sería: “Tenemos que utilizar adecuadamente esta vergüenza que existe”?
Respuesta: ¡Por supuesto!
Pregunta: ¿Y saber que es una cualidad positiva?
Respuesta: Sí. Pregunté y hablé mucho de ello con mi maestro Rabash. Y él dijo que la vergüenza es una creación especial del Creador. Una invención especial del Creador para hacer que la gente se avergüence. Esto es como un indicador para ellos de que se están alejando de su camino.
Imagina que tienes una brújula que te guía hacia una meta que no puedes ver, que está lejos, y que estás en la oscuridad, con mal tiempo. ¿Cómo avanzas? La vergüenza te mantiene en el lugar, siempre puedes dirigirte al Creador, y la vergüenza te ayudará en esto. Ni a la derecha ni a la izquierda, te mantendrá.
Mira cómo una persona, incluso en nuestro mundo ordinario, puede ser tan egoísta, pragmática, grosera, etc. Siguen tratando de mantenerse en relación con los demás en alguna condición decente. ¡Es una vergüenza! Además, es en cada grado, en cada momento. Eso es lo que nos hace seguir adelante.
¿Te imaginas lo diferentes que somos de los animales? Ellos tienen este estado desactivado por completo. Solo actúan según lo que les hace sentir mejor en cada momento. Y nosotros tenemos habilitado otro sistema: cómo me comporto y cómo me muestro al exterior.
Y eso es lo que nos diferencia. Esto es lo que llamamos humano en nosotros. La vergüenza es lo que moldea a una persona de un animal.
Comentario: Bonito, ha creado un monumento a la vergüenza.
Mi respuesta: Por lo tanto, debemos utilizar esto en las escuelas y en la educación para contar, explicar, mostrar y desarrollar psicológicamente el sentido de la vergüenza en la humanidad.
No hay nada de esto. Al contrario, cuanto más desvergonzado sea, podré presumir de ello, alardear, y se considerará que soy especial.
Esta es la diferencia entre una educación inteligente, la aproximación correcta a la vida, al mundo, a la gente, y una tan puramente abierta y egoísta.
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