¿Por cuáles cambios tendría que pasar una persona, con el propósito de desconectarse de la percepción corporal de la realidad, en parámetros de tiempo, movimiento y espacio, para cambiar a la sensación de la realidad espiritual?
Percibimos la realidad en nuestro deseo de recibir. Lo que sentimos dentro de este deseo, se conoce como este mundo corporal. Si vamos por sobre las definiciones de tiempo, movimiento y espacio, alcanzamos una nueva percepción —el mundo espiritual.
Estamos tan atrapados en los ejes corporales de espacio y tiempo, que ni siquiera imaginamos lo que hay fuera de ellos. Por eso existe la sabiduría de la Cabalá, que nos enseña cómo recibir (Cabalá = recepción, una nueva percepción, o sea, una sensación del mundo espiritual, revelada en nuestros nuevos órganos sensoriales espirituales) y cómo movernos de las sensaciones corporales a las espirituales. Este es el trabajo del hombre.
La vida en este mundo está hecha para movernos de la percepción corporal, a la percepción espiritual. Los cabalistas nos dicen cómo hacer un cambio dentro nuestro, para movernos del mundo corporal, basado en la recepción, hacia el mundo espiritual del otorgamiento.
En la medida que conseguimos reemplazar los órganos sensoriales egoístas dentro de nosotros, por unos altruistas, en esta medida podremos experimentar el mundo superior; es decir, la realidad percibida en los nuevos órganos sensoriales construidos sobre el otorgamiento y la conexión.
