Las entradas a nuestra cuenta espiritual

Pregunta: Hay estados de los que se no puede salir sin la ayuda de los amigos y hay estados que dependen de la persona. ¿Cómo puede usted distinguir entre los dos?

Respuesta: Recibir del grupo es como recibir del Creador, porque Él está investido en toda mi realidad externa. Si los amigos simplemente me impresionan y me inspiran, es exactamente como si el Creador me despertara.

Pero esta no es mi vasija espiritual. Mi vasija espiritual es la adición que recibo de ellos a mi demanda, a mis esfuerzos en «Cómprate un amigo». Aquí todo funciona de acuerdo a una cuenta exacta. Cuantos más esfuerzos haga, más demando de ellos, y más del recibo.

Lo que recibo es gracias a nuestra conexión, a nuestro anhelo por la conexión y al trabajo por encima de la razón, y cuanto más me veo como menos que los demás, como un cero, y a los demás como superiores a mí, como uno, consecuentemente yo soy evocado, como el 1 con la adición de muchos ceros, 1000000; así se mide mi vasija espiritual.

Nada puedo hacer por mí mismo. Todo se hace de acuerdo a una cuenta exacta: Mi deseo es tenido en cuenta, el deseo de los amigos o el deseo del Creador, y la fuerza que se recibió de mí, de ellos, o del Creador. Todo está calculado con precisión.

Pero si soy despertado accidentalmente al escuchar a los amigos cantando o hablando, no se cuenta como un resultado de mi trabajo. Yo puedo ser impresionado por esto y encendido para querer la espiritualidad, para querer conectarme con ellos, pero todo esto estará en la cuenta de ellos. Está registrado en mi cuenta solo si yo desarrollo mi anhelo por mí mismo cuando no siento ningún interés y no deseo salir de la cama, ni moverme en absoluto. Y aun asó debo preocuparme acerca de cómo agregar cierto movimiento por mi parte hacia ellos. De lo contrario, esta no será mi vasija.

Por lo tanto, puede parecerle a la persona que ha hecho mucho, pero si pudiera ver la cuenta real, podría no encontrar ningún «ingreso» en ella. El mundo espiritual no existe más que como resultado de la aceleración en nuestros esfuerzos. Pero si me muevo a una velocidad constante, es como si yo estuviera parado en un solo lugar. Sólo cuentan las adiciones, el coeficiente, la aceleración.

La aceleración tampoco debe ser constante, porque puede ser contada como una parada. Debe haber una adición constante. Si pudiéramos calcular esta «fórmula», podríamos ver que no invertimos mucho en nuestra cuenta.

(69956 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 16 de Febrero del 2012, Escritos de Rabash)

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