El Creador nos da placer al grado en que nos alineamos con Él. Es como vasos comunicantes en los que fluye el agua de uno hacia otro y quedan en el mismo nivel.
Lo mismo sucede entre el hombre y el Creador. Necesitamos elevar el nivel del Creador de manera que nuestras cualidades se vuelvan, de algún modo, similares a las de Él y sentiremos que Su placer fluye hacia nosotros.
Todo este trabajo sucede dentro de la decena. Al conectarnos, creamos una vasija similar al Creador, que se llena de Él, como agua en vasos comunicantes. La luz de Bina es llamada “agua”.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 4/nov/20, “El trabajo con fe por encima de la razón”
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