Lo único que falta es una vasija para la Luz

La verdadera recompensa es la fuerza de otorgamiento, para la que solo me falta una vasija, un deseo, aunque la Luz siempre está ahí, es decir, solo me falta un deseo que circunde al Creador y para esto, quiero recibir fuerza e intención. 

 

Quiero tener el deseo de ascender al correcto nivel espiritual y utilizar correctamente mi fuerza y mi inteligencia en ello, por eso pido al Creador: dame la fuerza y las oportunidades que me ayuden a construir esa conexión correcta. 

 

Quiero que mi deseo esté cada vez más y más dirigido con precisión hacia el verdadero objetivo y para que esté cada vez más claramente visible para mí este objetivo, como si se manifestara desde las tinieblas. 

 

Lo principal es recibir el deseo correcto y luego intentaré utilizarlo de forma correcta, es decir, que me dirija al Creador y le pida por su realización; y el deseo correcto es el que me lleva a la unidad con todo el mundo, a la única fuerza de otorgamiento, dentro de la cual yo revelaré al Creador.

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