¿Los deseos existen en mi imaginación y los puedo corregir?

Pregunta

Trabaja con sus deseos, ¿Qué hace exactamente?

Respuesta:

Hay deseos dentro de mí que me parecen ajenos. En la medida en que puedo atraer hacia mí los deseos que existen en mi imaginación, hacerlos míos para que sean como yo, en esa medida sigo adelante.

 

El sistema que reveló como el que está dentro de mí me hace unir todos sus elementos y sentir que todo este mundo no es externo, está dentro de mí. A medida que se une a mí, siento en su mayor profundidad, las fuerzas que lo gobiernan y contribuyo tanto como puedo a la buena influencia de todas estas fuerzas dentro de mí. ¡Dentro de mí!

 

Si preguntas: «¿Dónde están todos los demás?» No hay otros. No hay nadie. Todo está dentro de mí. Además, estas son fuerzas de enorme magnitud negativa o positiva, de varias formas. ¡Todo está dentro de mí, no hay nada afuera! Por lo tanto, trabajo dentro de mí mismo.

 

Puedes decir: “Entonces, ¿por qué necesita enseñar? Quédese dentro de sí mismo y ordene todos sus ‘bichos’. ¡No hay nada más que hacer!» Bien. De hecho, así es como trabajaban los cabalistas.

 

Aquí hay un doble trabajo porque lo que me parece fuera de mí, pero en realidad es mío, requiere una doble corrección.

 

Cuando me corrijo acercando a mí las partes inanimadas, vegetativas y animadas, este es un tipo de trabajo. Pero cuando trabajo con aquellos que me parecen personas independientes, este es un trabajo completamente diferente. Estos son mis deseos que tienen cierta independencia de mí. Son míos, pero solo puedo corregirlos cuando trabajo contra ellos como si estuvieran fuera de mí. Por lo tanto, en estos deseos aprendo a salir de mí mismo.

 

Y luego, al acercar los ocho mil millones de deseos diferentes a mí, mi mini-humanidad interior, a través del hecho de que quieren unirse, me elevo al nivel del Creador.

 

Esto se logra precisamente por el hecho de que tal ilusión, tal imagen, tal actuación, tal teatro, se ha creado fuera de mí y convenzo a todos los actores: «¡Unámonos!» Estos son mis deseos personales, pero debo convencerlos de la necesidad de la unidad. Así corrijo mi egoísmo, le doy la vuelta. Yo trabajo de modo inverso.

 

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