Nivel de los deseos – ¿Quién soy dentro de mí?

Pregunta:

Usted dijo que en un grupo hay niveles inanimado, vegetativo, animado y humano. Y que todo depende de la intención de las personas. ¿Cómo puede una persona elegir este nivel con sus intenciones?

Respuesta:

¡Por su desarrollo! Él está subiendo, ahora no puede sentir en qué nivel de desarrollo está. “Soy un hombre en este mundo. ¡Mira, soy un hombre! Mira, dos piernas y dos brazos, como un mono y la cabeza también está en su lugar. ¿Quién soy yo, un hombre o no? Me veo a mí mismo en el espejo; parezco un hombre. De repente, apareció una especie de rostro de lobo; ¡no, no soy yo! Soy yo, pero internamente. De repente, apareció la cara de un conejo y también soy yo”.

¿Quién soy dentro de mí? Y lo que somos por dentro no lo entendemos, no comprendes en qué nivel estás, en qué nivel están tus deseos de tipo vegetativo, animado, inanimado o humano.

En principio, todos ellos son muy fáciles de ordenar, si vives en base a los consejos de otros, en la profundidad de nuestro mundo, entonces tus deseos están definitivamente en el nivel inanimado; de lo contrario no existirías.

Los deseos del nivel vegetativo son donde sigues lo que hay en este mundo, vas tras todos los demás; donde va todo el mundo, tú también vas. Es así: un poco hacia el sol, un poco así, un poco así; estos son deseos egoístas del nivel vegetativo y aún no están animados.

Los deseos del nivel animado es donde comienzas a buscar significado en los movimientos y surge la ansiedad.

Cuando comienzas a implementar estos deseos para alcanzar el siguiente nivel, aunque todavía son egoístas, ya se están acercando a los deseos del nivel humano. Es decir, en ellos te mueves de Lo Lishmá (para ti) a Lishmá (por el bien del otro).

Pregunta:

¿Cómo se clasifican en un grupo según la intención?

Respuesta:

En el grupo suelen ser del cuarto nivel. O están en la frontera entre el tercer y cuarto nivel, animado y humano.

En los siguientes grados, se ordenan aún más porque cada nivel consta de cuatro más. Esta es la ley natural de la descomposición de cada objeto.

Pregunta:

¿En el mismo  grupo hay un nivel inanimado, un nivel vegetativo, etc.?

Respuesta:

Sí, podemos ver por la medida en que las personas participan, por cuánto están dentro del trabajo espiritual y cuánto se dedican a la implementación de la metodología. Aquí, mucho depende de la raíz del alma.

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