El Creador es constante, existe, no hay cambios en Él. Y la Creación no puede experimentar algo en que no haya cambios. No sentimos, ni distinguimos lo que es constante.
Todas nuestras sensaciones funcionan midiendo los contrastes. “Todo se percibe a través de la comparación”. Distinguimos sólo lo que cambia o se mueve, la diferencia entre eventos en el tiempo, en el movimiento, en la fuerza en las miles de mediciones. ¡Pero tienen que suceder primero!
Por eso el Creador se muestra a Sí Mismo y nos permite conocerle a Él a través de muchas modificaciones que no existen ni en Él, ni en el deseo de recibir placer. Pero Él debe organizar miles de millones de cambios en las relaciones entre Él y el deseo, para que de estos cambios la Creación reciba el conocimiento sobre Él.
Después de todos estos cambios, alcanzamos la satisfacción y la perfección. Pero para lograr esto y conocer al Creador debemos pasar por ellos. Todos estas modificaciones son artificiales, creadas a propósito por el Creador.
El deseo de recibir placer y el deseo de otorgar, el otorgamiento y la recepción, la Klipa y la santidad, todo esto fue creado sólo para trasmitirnos una impresión constante del Creador. Sin esto no podríamos distinguir nada en la simple Luz blanca. Incluso ni siquiera sabríamos que esta Luz es “blanca”. Es imposible trasmitir a la Creación la Eternidad y la Perfección inmutable, sino a través de los innumerables cambios.
De algún modo se pueda observar en la tecnología. Para trasmitir cada fenómeno debemos dividirlo en múltiples impulsos, datos discretos y trasmitirlos a través de las altas frecuencias. Con ayuda de esta partición, con la transmisión de la variedad de los cambios minúsculos, su recepción y la subsiguiente integración (unificación) podemos pasar la información a través de las líneas de transmisión.
A una persona también podemos conocerla sólo por algunos cambios que observamos al relacionarnos con él o ella. De otro modo es imposible. Pero después de acumular estas impresiones puedes decir que ahora la conoces.
(23921 – Extracto de la lección sobre El Libro del Zohar, correspondiente al 17 de octubre 2010.)
Material Relacionado: