Médicos y dinero: un dilema difícil

Comentario: Igor nos escribe: “Descubrí mi capacidad de curar con mis manos. Al principio, curé a mis familiares y seguí con mi trabajo habitual. Soy maestro ebanista, hago muebles finos. De alguna manera, la gente comenzó a acudir a mí y comencé a curarla. Sugieren que deje mi trabajo y gane dinero como curandero, pero no estoy seguro. No se siente bien cobrar dinero por este tipo de trabajo. Quiero preguntarle ¿qué debo hacer? ¿por qué el Creador me dio esta habilidad? ¿puedo vivir de eso?”

Mi respuesta: No sé. No puedo aconsejarte. Si puedes ayudar a la gente, es bueno. Así que, por supuesto, pruébalo y hazlo. Y sí también puedes liberarte de tu trabajo y ganar dinero curando a la gente, no hay ninguna prohibición en contra. No sé.

O puedes mantenerlo como pasatiempo. Aunque, el trabajo de un tallador de madera también es un trabajo muy interesante.

Comentario: Hoy es raro. Y es claro que le gusta su trabajo. Por eso tiene dudas.

Mi respuesta: Es un trabajo muy especial. Estas personas son dignas de envidia. Crea con sus manos, dan placer a sí mismo y a los demás.

Comentario: Se le dio la capacidad de curar, ¿por qué? ¿sigue la misma línea?

Mi respuesta: Pero se vuelve complicado. Puede curar sin beneficio propio, sin recibir recompensa. Por eso, la curación es más eficaz. Pero cuando empiece a cobrar, ya supone un problema, ¿qué hará? Es decir, ¿sanará por dinero o por sanar?

Una vez mi maestro Rabash y yo fuimos a Haifa a ver a mi amigo, un buen médico y curó a Rabash. Yo le pagué, aunque él estaba dispuesto a hacerlo sin cobrar. Me sorprendió. Dijo la cantidad, digamos, 363 pesos y comenzó a hacer el recibo.

Yo le dije: «¿Me estás haciendo un recibo?» Él respondió: «Si no te hago el recibo, no podré pensar bien. Tendré la actitud y los pensamientos equivocados. Veré todo de manera diferente. Pensaré en caminos tortuosos «.

Y cuando Rabash lo escuchó, ¡se sintió muy complacido! dijo: «Vaya, este es un médico de verdad, no se permite pensar torcidamente».

Comentario: Es decir, torcido es pensar en el dinero y recto es pensar en la recuperación del paciente.

Mi respuesta: Sí. Te traté, tienes que pagar. Y la cantidad era, recuerdo, un número muy raro. «Tengo que hacerte el recibo, ¡y todo debe ser absolutamente correcto!»

Si va a la curación con sus habilidades especiales, debe pensar en asegurarse de que estas habilidades no desaparezcan. Y solo puede suceder si tienes la actitud correcta hacia el mundo, hacia la vida, hacia lo que haces con la gente.
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De Kabtv «Noticias con el Dr. Michael Laitman» 1/jul/21

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