Debido a todos los acontecimientos que ocurren en el mundo, el Creador gradualmente trae a nuestra conciencia, golpe a golpe, porque nos estamos desarrollando de manera equivocada, tanto individualmente como todos en general. Finalmente tenemos que entender las leyes del sistema en el que estamos.
Es ingenuo pensar que nosotros mismos construimos estos sistemas. Vemos que nuestro universo y toda la realidad existen de acuerdo con ciertas leyes reveladas por la física, la química, la biología y la astronomía. Todo actúa de acuerdo con estas leyes y los seres humanos también las obedecemos. ¿Por qué pensamos de repente que podemos inventar nuevas leyes nosotros mismos, a nuestro antojo?
Si cada uno quiere establecer sus propias leyes para la existencia del mundo de la manera que le convenga, de ello solo se derivan guerras y conflictos entre los pueblos. Nadie entiende cuál es el sistema correcto de gobierno mundial. Durante las elecciones, todos se gritan unos a otros que saben cómo construir el mundo mejor que los demás. Pero el mundo no necesita ser construido; solo hay que entender cómo está ya construido y cómo integrarse correctamente en el sistema que ya existe.
Se dice que “el mundo funciona como siempre” y que no es necesario cambiar nada en él. Solo hay que cambiarse a uno mismo, para ponerse en consonancia con el sistema que está incrustado en la realidad, es decir, la tarea consiste en cambiar a una persona, no en cambiar el mundo.
Para entender esto se nos ha dado la ciencia de la Cabalá. Y cuando comencemos a descubrir cuánto contradecimos las leyes de la realidad general y encontremos en nosotros mismos la razón de esta oposición -nuestro egoísmo-, podremos corregirlo integrándonos en el sistema de la creación y elevándonos por encima de toda la creación como el Creador. Como se dice: “Y se harán como dioses, y conocerán las leyes del bien y del mal”.
Entonces tenemos posibilidades ilimitadas en toda la creación. Y no solo en el mundo material que sentimos en nuestros cinco sentidos físicos donde podemos movernos libremente de un lado a otro de la realidad, sino también en la realidad espiritual.
Todo esto puede lograrse, pero por supuesto se trata de un largo proceso durante el cual tendremos que educarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos. Puede durar varias generaciones hasta que toda la sociedad humana esté en armonía con la naturaleza.
La naturaleza inanimada, vegetativa y animada no necesita corrección, ya que actúa según sus instintos naturales. Solo nosotros, los humanos, somos lo contrario de la naturaleza y por eso nos perjudicamos a nosotros mismos y a toda la naturaleza. Por lo tanto, es nuestro deber estudiar las leyes de la naturaleza y cambiarnos a nosotros mismos de acuerdo con estas leyes, que podemos revelar.
Hoy en día, muchas personas se hacen preguntas que causan incomprensión y dolor. ¿Por qué hay tantas guerras y sufrimiento en el mundo?
Hasta ahora solo estamos estudiando las leyes de la naturaleza, y luego comenzaremos a cumplirlas poco a poco; es decir, nos acercamos cada vez más a la conexión e incluso al amor entre todas las personas, al nivel más alto de unidad. Y entonces empezaremos a comprender cómo podemos cambiar nosotros mismos. De acuerdo con nuestros cambios, la naturaleza comenzará a cambiar, a volverse hacia nosotros y a ser amable y amigable.
La ciencia de la Cabalá nos enseña cómo debemos cambiar para revelar las verdaderas leyes de la naturaleza.
Descubre más El estado no tiene poder ante la ley de la naturaleza