Negándonos a recibir la décima parte

Dr. Michael LaitmanLa Torá, «Levítico» (Tzav), 6:12, 6:13: Y el Señor habló a Moisés, diciendo: «Esta es la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que ofrecerán al Señor, el día en que [uno de ellos] sea ungido: una décima parte de un efa de harina fina como ofrenda perpetua que se come, la mitad por la mañana y la otra mitad por la noche».

La décima parte de un efa de harina fina, simboliza Maljut, a la que tengo que renunciar por completo, puesto que yo no tengo un Masaj (pantalla) sobre ella, de tal forma que pueda recibir con el fin de otorgar. Recibir la décima parte siempre es recibir para recibir (recepción egoísta). Pero es gracias al hecho de que confío en Maljut que trabajo con los deseos que están por encima de ella, los cuales han sido santificados, ya que cuando soy empujado por ella y me separo de mi ego, puedo trabajar con el fin de otorgar (altruista).

¿Cómo podría trabajar con el fin de otorgar, si no fuera por el ego? Las primeras nueve Sefirot son los atributos del Creador. ¿Cómo puedo cambiarme a mí mismo, para parecerme al Creador? Al tener la décima parte, la Maljut (el ego), y cuando me separo de ella, me establezco a mí mismo y me parezco el Creador en contraste con ella.

Por lo tanto, la escalera de Jacob, la cual se eleva por encima de la tierra, se forma en diagonal desde Maljut a Bina. Se nos dice: «Parados sobre el suelo y elevándonos hacia el cielo» Por lo tanto, la décima parte en la que no podemos recibir, no puede utilizarse y es cortada por debajo de la Sefira de Yesod.

(135391 – Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 10 de Diciembre del 2013)

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