No puedo vivir ni con ellos ni sin ellos

La ciencia de la Cabalá dice que la realidad entera consiste del deseo el cual esta contantemente evolucionando. Desde el nivel inanimado al vegetativo, uno crece, seguido por el nivel animado y humano.

El deseo continúa su desarrollo implacable en los humanos y esto es porque cada generación sucesiva difiere de la anterior y aun una persona durante su tiempo de vida sigue cambiando su deseo, su ego y su desarrollo constante.

Así crecemos sobre el nivel animado, construyendo una sociedad, industria, tecnología, ciencia y así sucesivamente. No obstante, la saciedad es inherente a este desarrollo. Primero se manifestó en la antigua Babilonia, cuando fue creada una situación en especial: Por una parte, la gente llegó a un gran egoísmo, deseando “construir una torre que alcanzara el cielo”, por otro lado, ellos cayeron en un odio mutuo a tal medida que ellos no se entendieron más unos a otros.

Estas dos fuerzas opuestas les trajeron a un estado insoportable. El mismo proceso sucede en la familia antes del divorcio: Los conyugues están vinculados uno al otro por un lazo muy fuerte, tal como los niños, el hogar común, los cuidado de la casa, la vida y una experiencia, al mismo tiempo un odio insuperable; ellos no pueden soportarse uno al otro. Bajo tales circunstancias, la ciencia de la Cabalá fue revelada en Babilonia.

La Cabalá enseña a la gente como elevarse por encima de su ego hacia una conexión mutua, a la armonía en una sociedad integral. Así, nos volvemos similares a la naturaleza, la cual es también “redonda” en su esencia, en otras palabras, integral, global e inseparablemente interconectada en todas sus partes.

Hemos disfrutado la naturaleza a su manera, tendremos que llegar al balance y tendremos que revelar todas las fuerzas que están presentes en esto y manejarlas. Entonces, nos conectaremos a la fuerza general que lo gobierna todo. Sin embargo, la humanidad en estos días prefiere rechazar el camino de la corrección y se ha dispersado, como en el ejemplo del supuesto divorcio.

Como se nos dice en la ciencia de la Cabalá desde hace 3,700 años después de que llegamos otra vez a tal estado; sin embargo, esta vez no tendremos hacia donde correr uno del otro. Estaremos completamente interconectados todo el tiempo cada uno de nosotros con el mundo, odiándonos y sin tener la habilidad de arreglárnoslas uno sin el otro. Nuestro egoísmo está creciendo a la escala de la mayor crisis mundial y como los cabalistas escriben, esto podrá pasar al final del siglo 20.

Cuando comencé a estudiar la sabiduría de la Cabalá, en 1975, yo no creía que todo pasaría de esta manera. Parecía como algo distante e irrealizable. ¿Podrá el mundo llegar a la crisis en tales ámbitos como la educación, la cultura, la familia, las drogas, el terrorismo, la tecnología o la ciencia? ¿Se sentirá la gente alrededor del mundo interconectada? Nada como esto podrá sentirse.

No obstante, pasó hace unos años. Hoy, estamos en el mismo estado descrito en la historia de Babilonia y por esta razón, la ciencia de la Cabalá está abierta al mundo por primera vez desde entonces.

Al ser revelada al mundo, esta nos invita a todos a estar familiarizados con las leyes generales de la realidad para que podamos elevarnos por sobre nuestro egoísmo y vivir en interconexión mutua, como lo hace una gran familia. De hecho, la fuerza natural de la naturaleza nos rodea más y más cerca, comprimiéndonos tanto que puede llevarnos a la destrucción de la humanidad.

(44621 – De la lectura en Roma del 5/20/2011)

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