En las fuentes cabalísticas hay un dicho: “Se le obliga hasta que dice, ‘¡Quiero!’” (Kidushin 50a)
Esto significa que el hombre hace un esfuerzo para ser como el Creador, para seguir sus caminos, es decir, el camino de acercarse a los demás y sobreponerse a su egoísmo.
Así es como la Luz Circundante nos influye, aunque no lo sentimos todavía.